En el estado de Michoacán, donde se concentra uno de los bastiones más fuertes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), pese al llamado a impedir el inicio del ciclo escolar 2016-2017, las clases se imparten de manera normal en más del 90 por ciento, confirmó el gobernador de esa entidad, Silvano Aureoles.
Entrevistado en la Cámara de Diputados, donde acudió a la presentación del informe de labores del presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Aureoles Conejo también advirtió que de mantiene abierta la vía del diálogo con la disidencia, pero habrá “cero tolerancia” a actos violentos de los maestros o cualquier otra persona.
Detalló que en más de 100 de 113 municipios, las clases iniciaron con normalidad, por lo que la actividad educativa se lleva a cabo sin problemas en aproximadamente 90 por ciento de las escuelas.
Aureoles Conejo agregó que la petición de los padres de familia en Tierra Caliente y algunas otras zonas del estado, es a que la CNTE que sostenga las rondas de diálogo con el Gobierno Federal, pero al mismo tiempo permitan que los niños regresen a clases.
Cuestionado respecto a cuántos maestros están en vías de ser dados de baja por tener tres faltas acumuladas sin justificar, tal y como marca la ley, indicó que cerca de mil 600 mentores se encuentran en esa situación.
Sobre las exigencias de la disidencia, recalcó que no son viables la derogación de la reforma educativa y tampoco que continúe el mecanismo de herencia de plazas.
Por el contrario, el mandatario de extracción perredista dijo coincidir con peticiones de la CNTE, en cuanto a que deben mejorar las condiciones salariales de los profesores y se atiendan los rezagos en materia de infraestructura, entre otras.
Agregó que la ley, en este caso la reforma educativa y ni siquiera la Constitución están escritas en “piedra”, de modo que si es preciso hacer revisiones, en especial en lo referente a la formación docente, estas deben procesarse por los cauces institucionales.
El mandatario michoacano insistió en que habrá “cero tolerancia” a los actos violentos y acciones irregulares por parte de los maestros o cualquier otra persona o grupo de personas.