En México no es difícil hacer comedia sobre la política porque simplemente puedes repetir lo que dicen estos personajes y el chiste se cuenta solo, señaló el comediante Carlos Eduardo Rico, quien destacó que incluirá comentarios sobre la visita a México de Donald Trumph, de quien dijo, “esta perdido pues trata de hacer un muro ignorando que lo nuestro, la especialidad de los mexicanos son los túneles”, dijo con sarcasmo.
Por primera vez en Colima y en sociedad con Alfredo Ponce, el comediante Carlos Eduardo Rico presentará, en el Teatro Universitario, un Comiconcierto (Concierto de Comedia), que anteriormente sólo se había presentado en la Ciudad de México y Guadalajara o en escenarios de Estados Unidos.
El artista mencionó que este espectáculo incluye comedia, en sus diferentes tipos, donde sin contar chistes, el público puede apreciar pantomima, stand up, parodia, un sketch, imitaciones, fono mímica e imitaciones.
Destacó que este espectáculo se ha presentado en importantes foros de Chicago, Nueva York y Los Ángeles y tiene una duración promedio de dos horas, pero como hay un segmento de improvisación, puede alargarse más.
Mencionó que el humor que maneja no insulta a los espectadores y puede verlo toda la familia, además de que al estilo de las “carpas” los espectadores participan aventando “toritos” para probar su capacidad de improvisar.
Carlos Eduardo Rico afirmó que este tipo de espectáculos se han comenzado a acabar en México donde había grandes representantes como el “Vivi” Hernández o artistas como Sammy Davis Junior o Jerry Lewis, y ahora se acostumbra presenciar a un artista parado frente a un micrófono en un monólogo de 40 minutos, donde puede usar las pistas de su computadora.
Mencionó que en su show se abordan todos los temas, incluso los más actuales y por eso estableció un cambio al final de su espectáculo donde en vez de presentar una canción de Espinoza Paz usa una de Juan Gabriel, como un pequeño homenaje.
Carlos Eduardo se asume como un artista surgido de la carpa, incluso aunque estudió la carrera de actuación, porque ese humor y trabajo le permite acercarse aún más al público y lo vean muchas personas.
Destacó que es de los pocos comediantes que sigue trabajando solo porque ya es común que los artistas se reúnen para ofrecer un show.
Admitió que es difícil hacer reír a la gente, porque incluso se puede moverlos a llorar si hay una buena historia, pero si se cuenta mal un chiste la gente puede salid decepcionada y de ahí que prefiera contar historias donde si no le aplauden el chiste puede modificarles el sentido.
“Las historias que cuento son de la vida de cualquiera de nosotros; me inspira saber que yo soy uno más con el público y que la gente es parte de lo que yo vivo todos los días y saber que a todos nos ha pasado que se nos cae la saliva, que nos tropecemos o que se nos salga una flatulencia cuando estamos con nuestra novia o que de recién casados prefiramos dormir de a cucharita y luego de un tiempo el estilo sea de a cucharón pozolero”, mencionó.