El corredor argelino Abdellatif Baka, quien compitió en los mil 500 metros T13 de los discapacitados visuales más leve ganó con mejor tiempo que el que consiguió el estadounidense Mathew Centrowitz en los Juegos Olímpicos.
Baka, que además logró el récord del mundo, se impuso en la final de los 1500 metros con un tiempo de 3:48.29, mientras que el de Centrowitz fue de 3:50.00. Pero no sólo el argelino sobrepasó el tiempo del corredor norteamericano sin discapacidad, también lo mejoraron otros tres paralímpicos más de la serie que ganó Baka: el etíope Tamiru Demisse (3:48.49), el keniano Henry Kirwa (3:49.59) y el argelino Fouad Baka (3:49.84), que fue cuarto. Además, es curioso que el récord mundial paralímpico (3:48.31), que logró el tunecino Abderrahim Zhiou en Londres 2012, también estaba por debajo de ese tiempo logrado por el estadounidense.
Algunos dijeron que la prueba de los Olímpicos pasados fue a un ritmo lento pues nadie “molestó” a Centrowitz quien jamás se vio retado por los otros competidores.
Baka ya había sido campeón paralímpico en Londres 2012; él y los otros tres atletas quedarán en la historia como los atletas paralímpicos que batieron a los olímpicos por primera vez.
Pese a todo, las paratletas aún están resagados, pues no mejoraron las marcas de atletas que no sean paralímpicos, mismas que pertenecen al marroquí Hicham El Guerrouj (3:26.00), mientras la olímpica la conserva el keniano Ngeny Ngeny (3:32.07).