Como prometió tras sufrir una indisposición en los actos conmemorativos del 11-S, la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, publicó este miércoles más información sobre su salud. Según fuentes de la campaña de Clinton, el informe, redactado por la doctora Lisa Bardack, precisa que la candidata sufre una neumonía bacteriana no contagiosa. La candidata demócrata se adelanta con su informe al republicano Donald Trump, que asistió al programa de televisión del famoso Dr. Oz para enseñar sus últimos análisis. El programa debe emitirse el jueves, el mismo día que Clinton volverá a hacer campaña.
Con una candidata a punto de cumplir 69 años y un candidato de 70, la salud ocupa un lugar que raramente ocupaba en la campaña electoral de EE UU. Con cuentagotas, Clinton y Trump empiezan a dar más información sobre su estado de salud.
La campaña de Clinton tiene previsto publicar hoy una carta de la doctora Bardack dando cuenta detallada sobre su salud. Será el segundo informe médico que publica en esta campaña, tras otro de julio de 2015.
Fuentes de la campaña adelantaron el diagnóstico y tratamiento de Clinton por la neumonía. Aunque se le diagnosticó el viernes pasado, no la hizo pública hasta el domingo, después de que una indisposición la obligase a abandonar los actos del 11-S en Nueva York. La candidata debe tomar el antibiótico Levaquin durante 10 días, según el informe. Su salud ha mejorado desde que el domingo decidió tomar unos días de descanso.
El informe, según estas fuentes, señala que Clinton se encuentra en perfectas condiciones mentales y preparada para servir como presidenta de Estados Unidos. También revela los medicamentos que está tomando, su nivel de presión arterial y sus pulsaciones, entre otros detalles.
El objetivo es disipar las dudas sobre la salud de la candidata, motivo de todo tipo de especulaciones y teorías, algunas propagadas por la campaña de Trump.
El mismo miércoles, en el programa del mediático doctor Mehmet Oz, Trump se sacó de su chaqueta dos hojas con los resultados de la revisión médica a la que se sometió la semana pasada. Es el estilo Trump: convertir la publicación de la información médica en un reality show. Oz es un médico polémico, criticado por algunos en su profesión por divulgar en televisión métodos a veces poco científicos.
El programa está grabado y no se permitió la entrada de prensa, por lo que no se conocen detalles sobre los resultados de la revisión, que aparentemente Oz evaluó ante la cámaras.
Varias fuentes que asistieron al programa contaron a la prensa detalles, algunos contradictorios. Trump, que mide 1,89 metros, toma un medicamento para reducir el colesterol y pesa 236 libras, según testimonios citados por The New York Times, 107 kilos (versiones anterior situaban su peso en 267 libras, 121 kilos). Fuentes de la campaña de Trump, citadas por el Times, dijeron que Oz declaró que Trump tenía un “ligero sobrepeso”.