El Papa atiza la revuelta católica contra los derechos de gays en México: envía mensaje de apoyo

El Papa Francisco expresó este domingo su apoyo a los obispos y ciudadanos mexicanos que se oponen al proyecto del gobierno de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, un día después de que decenas de miles de personas marcharon en la capital mexicana en protesta contra la propuesta del Presidente Enrique Peña Nieto.

“Me adhiero a los obispos de México en el apoyo al compromiso de la Iglesia y la sociedad civil a favor de la familia y la vida, que en este tiempo requieren especial atención pastoral y cultural en todo el mundo”, dijo el Pontífice.

“Y además -añadió- ofrezco mi oración por el querido pueblo mexicano, para que cese la violencia que en estos días ha golpeado a algunos sacerdotes”.

El apoyo de Jorge Mario Bergoglio “a favor de la familia y la vida” se conoce después de que partidarios y detractores del matrimonio entre personas del mismo sexo se manifestaran de manera multitudinaria el sábado en el centro de la Ciudad de México.

 

El Frente Nacional por la Familia, que surgió en respuesta a la iniciativa presentada en mayo pasado por el Presidente Enrique Peña Nieto, para dar reconocimiento constitucional al matrimonio homosexual, protagonizó una marcha desde el Auditorio Nacional hasta el Ángel, el monumento conmemorativo de la Independencia de México.

Vestidas de blanco, las personas marcharon con pancartas contra el matrimonio entre personas del mismo sexo y por el derecho de los padres a controlar la educación sexual en las escuelas.

Por el otro lado, se manifestaron representantes de unas 60 organizaciones civiles del Frente Orgullo Nacional, defensor de la diversidad sexual y el Estado laico.

La alusión del Papa a la violencia contra miembros del clero sigue a la desaparición de un sacerdote mexicano denunciada esta semana por la jerarquía eclesiástica, y el secuestro y asesinato de otros dos.

Según los últimos datos del Centro Católico Multimedial (CCM), vinculado a la Iglesia católica, desde finales de 2012 han sido asesinados en México 14 curas y dos laicos.

Francisco se opone al matrimonio gay y lo que llama la “ideología de género”, sobre todo como se la imparte en las escuelas, pero rara vez se pronuncia públicamente sobre un debate nacional y prefiere que los obispos locales tomen la delantera.

 

Ayer, unas 400 mil personas vestidas de blanco cercanas a la Iglesia católica marcharon en Ciudad de México en contra de una iniciativa del Presidente Enrique Peña Nieto para legalizar los matrimonios y las adopciones por parte de parejas homosexuales.

 

“Estamos aquí con toda nuestra intención de decirle a los disputados que apoyen a la familia, que defiendan el matrimonio entre un hombre y una mujer. Lo hacemos de manera respetuosa y pacífica a nuestras instituciones y a nuestros hermanos y hermanas que piensen diferente”, dijo el portavoz del Frente Nacional por la Familia, Luis Gallego durante la movilización.

Durante la marcha, los organizadores ataviados con pancartas, banderas y globos blancos declararon que se constituían en un “movimiento cívico permanente” que buscará una interlocución fructífera con los tres poderes de la Unión y los distintos niveles de gobierno con el fin de generar políticas que pongan a la familia “en el centro de la agenda nacional”.

Frente al Monumento del Ángel de la Independencia, los asistentes en contra de los matrimonios homosexuales pidieron un encuentro con Peña Nieto para dar a conocer sus inquietudes y exigieron al Poder Legislativo rechazar la iniciativa presidencial sobre los matrimonios igualitarios y aprobar una iniciativa que protege el matrimonio entre un hombre y una mujer.

Asimismo, los manifestantes se ponunciaron a favor del matrimonio natural, defendieron el derecho de los padres de familia a la educación de sus hijos, el derecho a la libertad de expresión, la libertad de conciencia y la libertad religosa.

Los protestantes asimismo afirmaron que seguirán trabajando “de manera permanente en defensa de la familia” y pidieron a los legisladores rechazar “la iniciativa del Ejecutivo y aprobar la primera iniciativa de reforma constitucional ciudadana presentada en febrero pasado al Senado de la Repúbica que busca proteger el matrimonio y la familia natural.

La marcha estuvo precedida por una polémica con el Frente Orgullo Nacional Mx, que defiende el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio, por la difusión de una lista de supuestos obispos y sacerdotes homosexuales.

En la misma zona se concentraron sin incidentes simpatizantes del movimiento lésbico-gay que se apostaron en el lado norte del monumento, separados por una gran valla metálica y centenares de policías.

Mientras por el lado sur las personas a favor de grupos religios y defensores de la familia vestían de blanco y portaban globos en blanco, en el lado norte, cientos de jóvenes ataviados con vestimentas, banderas y globos multicolores, expresaban que la comunidad lésbico gay merecía “el mismo marco legal que los demás”.

“Soy católico y soy gay ¡Quiero platicar contigo!”, se leía en algunos carteles que portaban manifestantes favor de los matrimonios igualitarios.

“Estamos aquí convocados por el Frente Orgullo Nacional. Somos uno de los 16 modelos de familias diferentes que se pueden encontrar en nuestro país”, dijo una jóven que defendía el matrimonio homosexual.

La manifestación, que terminó sin incidentes, se produjo en contra de una iniciativa presentada en mayo por Peña Nieto para garantizar y legalizar en todo el país el matrimonio homosexual con los mismos derechos que las parejas heterosexuales, incluida la adopción.

El matrimonio homosexual es actualmente legal en la Ciudad de México y los estados de Coahuila, Nayarit y Quintana Roo. En el estado de Campeche se aprobó la legislación que permite que dos personas del mismo sexo se casen, pero está pendiente su publicación.

Peña Nieto afirmó que con la legalización a nivel nacional se incorporaría claramente a la legislación el criterio de la Suprema Corte de Justicia de considerar inconstitucionales las leyes que prohíben el matrimonio de personas del mismo sexo.

A la marcha asistieron unas 400 mil personas, según los organizadores.

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