*El libro es Introducción a la Sismología Volcánica y acaba de ser lanzada su tercera edición por Elsevier.
Debido al éxito de las primeras dos ediciones, la editorial internacional Elsevier, con oficinas en Inglaterra, Estados Unidos, Japón y otros países, publicó en noviembre de 2016 la tercera edición de Introducción a la Sismología Volcánica, que puede conseguirse en versión electrónica e impresa por alrededor de 150 dólares a través del Internet, en www.amazon.com.
Vyacheslav Zobin, profesor-investigador de la Universidad de Colima, cumplió este 2016 cincuenta años dedicado al estudio de la sismología volcánica. Publicó su primer libro sobre sismología volcánica en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1979. Al llegar a México, al Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) en 1993, le pidieron impartir un curso de sismología volcánica para el posgrado. De ese curso nació un libro que fue publicado en inglés por Elsevier en 2003 (la segunda edición, significativamente ampliada, se publicó en 2012).
Introducción a la Sismología Volcánica es el único material que existe a nivel mundial sobre este tema, por eso sirve como libro de texto en universidades de muchos países. Con este libro, el doctor Zobin impartió clases de Sismología Volcánica en Alaska, en Arabia Saudita (que también tienen volcanes), en la República Checa, India, Argentina, y seminarios en universidades de Italia, Japón, Alemania, Colombia y otros países.
En esta nueva edición, dijo V. Zobin en entrevista, se agregó un capítulo sobre señales sísmicas producidas por estructuras geotermales como géiseres y volcanes de lodo. Tiene veinte capítulos y en cada uno agregó resultados nuevos, suyos y de investigadores de todo el mundo; además, incluyó resultados de la más reciente actividad del volcán de Colima, como estudios de sismos asociados con explosiones, flujos piroclásticos y derrumbes.
Los temblores, explicó el doctor Vyacheslav Zobin, están asociados con las erupciones volcánicas desde tiempos antiguos. Las fuentes sísmicas en los volcanes tienen que ver con el movimiento de gases, líquidos y sólidos. “Los estudios de sismos ocurridos en los volcanes nos permiten, además de monitorear la actividad volcánica, mitigar los peligros de una erupción volcánica”.
Como prueba del éxito que ha tenido este libro, a finales de 2016 el doctor Zobin dio un curso de Sismología Volcánica en el Instituto de Prevención de Desastres de China, que se localiza a escasos 30 kilómetros de Beijín, la capital. También impartió clases sobre este mismo tema en la Jilin Jianzhu University, de la ciudad de Changchun. “Los chinos tienen volcanes activos, por eso su interés en el tema”, aclaró. La editorial Elsevier, además, publicó en su sitio la crónica de este viaje, en la que el profesor-investigador de la UdeC expone cómo aplicó este libro en sus cursos.
La nueva edición del libro incluye capítulos que demuestran que la mayoría de los volcanes andesíticos y dacíticos recién nacidos, o llamados latentes duraderos, fueron precedidos por la actividad sísmica. Durante las clases para estudiantes chinos, el doctor Zobin presentó ejemplos de actividad sísmica para volcanes similares a los centros volcánicos chinos, que son el campo volcánico Wudalianchi de volcanes monogénicos y el área volcánica de Changbaishan, con el volcán activo de Tianchi; los dos son famosos por su actividad eruptiva histórica durante los últimos 400 años.
Estas áreas volcánicas representan un peligro real para más de cien mil personas que viven en los flancos de dichos volcanes, por lo que el monitoreo sísmico es muy importante para una alerta oportuna advirtiendo a la gente sobre el próximo peligro.
Con la experiencia que ha recopilado en sus viajes y sus estancias académicas por el mundo, desde Kamchatka hasta el Volcán de Colima, V. Zobin asegura que “prácticamente tenemos las erupciones más peligrosas, más destructivas, de volcanes dormidos como el Santa Helena, en Estados Unidos; el Bezymianny (Volcán sin nombre) de Kamchatka, que no había tenido erupciones en miles de años, o el Chaitén, localizado entre Chile y Argentina”.
Por eso, dijo, “es importante no sólo estudiar los volcanes en erupción sino revisar la situación de volcanes dormidos por cientos de años, como El Chichón, que hizo erupción en 1982 y durante los dos años siguientes hubo cambios en el clima y la temperatura del planeta”. Debido a lo anterior, agregó, gran parte de su libro es descripción y análisis de los sismos volcánico-tectónicos que ocurren antes de las erupciones significativas en todo el mundo.
Es un libro, dijo por ultimo, que le ha dejado muchas satisfacciones. Pronto habrá copias impresas de este texto en la biblioteca central de la Universidad de Colima.