Han transcurrido poco más de diez días desde el inicio de la administración encabezada por Donald Trump, misma que se ha caracterizado por las ocurrencias del magnate, las cuales se distinguen por ser locas y desproporcionadas, las cuales giran en torno al desprecio que el primer mandatario siente por los latinos en especial por los mexicanos, por quienes es bien correspondido.
Pero eso no es lo más sorprendente, lo que sí asombra, y debería preocuparnos, es la poca capacidad de respuesta de nuestras autoridades, porque probablemente eso refleja, en donde estamos parados los mexicanos.
El presidente gringo hace todo lo posible porque México se retire de la mesa de negociaciones, mientras que el copetón, busca de una manera y de otra tratar de limar asperezas, pero eso sí, ni si quiera le ha exigido una disculpa el segundo al primero, por el contrario, se sujeta a la línea que dictamina el empresario convertido en político.
En medio de todo, es plausible que las fuerzas políticas de nuestro país, le den un voto de confianza a Peña Nieto, todo sea en aras de la unidad que tanto se requiere en estos momentos, y es que hace unos días, por fin dio una el presidente mexicano, al desistir de reunirse en la Casa Blanca, pero de los Estados Unidos, con su homólogo, quien se negó a recibirlo, haciéndoselo saber por twitter.
Pero juntos vamos viendo la otra cara de la moneda, y sería interesante hacernos el siguiente planteamiento:
¿Hasta dónde llegará el apoyo de los partidos al copetes, quien ya no goza del apoyo de la ciudadanía?
Eso por un lado, y por el otro, ¿hasta cuándo éste hará propuestas serias para hacer frente y demostrar aunque sea un poquito de dignidad ante las amenazas de Trump?
Son tres las acciones que impactarían a nuestro país de manera inmediata, la deportación en masa de nuestros compatriotas, el fin del Tratado de Libre Comercio y la construcción del famoso muro, mismo que en el anhelo más grande de Trump y sus adeptos es que sea pagado por nosotros. ¡Sí cómo no!
Discursos van y discursos vienen, y lo que más hemos escuchado, es a aquellos que afirman que estamos preparados para recibir y apoyar a los deportados, lo que no nos han dicho, es el cómo.
Estas ocurrencias del nuevo gobierno norteamericano, exigen prontitud en la respuesta del gobierno mexicano, y se requieren estrategias en conjunto para afrontar la problemática que pudiera representar el cumplimiento de las promesas de Trump.
Parece que ya se acerca el día que demos prioridad a lo hecho en México, y que nuestro país, explore nuevas alternativas comerciales con otras naciones.
Mi óptica
Si no se llega a un arreglo con EUA, y que éste no sea perjudicial para nuestro país, el delfín de los pinos para las próximas elecciones, si, ese mero que llegó a aprender a su secretaría, quedaría muy mal parado ante la opinión pública, y por supuesto, ante los ciudadanos. De por sí, ya ve que no andan muy en el gusto de los electores.
Por cierto
En estos días, hablamos y hablamos de Trump, pero no olvidemos que el próximo sábado, vuelve a incrementarse el precio de la gasolina de manera considerable, lo bueno es que ya no iba a subir, se rumora que la Magna costará 17 pesos con 79 centavos; la Premium 19 pesos con 56 y el Diesel 18 pesos con 75 centavos.