Les agradezco mucho que me hayan invitado. Les agradezco mucho algo que se ha venido haciendo costumbre, que es que venga yo aquí a la CONCANACO SERVYTUR a platicar sobre los diferentes retos que estamos enfrentando.
Hoy, probablemente, el más importante que estoy enfrentando yo: contender por la Presidencia de la República, y me siento muy contento de estar aquí, de estar entre amigos, de estar con quienes me han acompañado en muchos desempeños y con quienes hemos hecho práctica de diálogo por mucho tiempo.
Le agradezco mucho a José Manuel López la invitación y a todos ustedes que me estén acompañando.
Hicimos el siguiente ejercicio, conocíamos los ejes, y los ejes los suscribimos en su integralidad. Nos parece que los ejes nos dan una muy buena agenda, en términos de cómo debiéramos de plantear lo que el país necesita hacia adelante.
Y buscamos en nuestra plataforma en dónde había elementos de la plataforma que pudiéramos hoy presentar, que hicieran convergencia con los ejes, para empezar este primer ejercicio en donde, no solamente escuche y me escuchen, sino que en mi propia presentación pueda yo exponer lo que ya en la plataforma está, que aparece en coincidencia con lo que ustedes en los ejes me plantean.
Y, por lo tanto, me gustaría, si están de acuerdo, platicar a su vez de 5 ejes y encontrar que en los de la plataforma, y en lo que aquí se me presenta, hay efectivamente una empatía profunda.
Fortalecer el Estado de Derecho y seguridad, consolidar a México como potencia turística, más competitividad con el impulso a emprendedores, educación de excelencia para transformar e impulso a la inversión y gasto eficiente sin corrupción.
Quisiéramos empezar un poco argumentando por qué, desde nuestra óptica, la agenda del siguiente gobierno tiene que ser una agenda de Estado de Derecho, por qué estamos absolutamente convencidos de acompañar, de apoyar y de buscar que juntos la vayamos sacando adelante y por qué un elemento central de la agenda de Derecho es la seguridad.
Ahí está el mundo en 1910, en el mundo podemos ubicarlo en dos dimensiones: en uno de los ejes vemos salud reflejada como esperanza de vida; y en el otro de los ejes, vemos el Ingreso Per Cápita.
En términos generales, sin querer entrar a detalle, lo que veíamos en el mundo en 1910, en general, eran países que tenían pocos ingresos y poca esperanza de vida, y tendíamos a verlos a todos muy concentrados en esa región.
Podemos ver de 1910 a la fecha qué ha venido pasando con el mundo, y se va a ver la crisis del 29, la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial.
Ahí se empieza a ver cómo, poco a poco, India y China empiezan a generar un mejor crecimiento, se ve la evolución también de México como país, se aprecia la crisis del 94, la recesión del 2000, la crisis del 2008 y cómo está México en el 2015.
Pero lo interesante de esta evolución, son dos cosas: la primera, la verdad, se ve a todo dar cómo se están moviendo las bolitas y parece así, una cosa.
Pero más allá de eso, si nosotros vemos qué explica el desarrollo de esos países, encontramos que hay dos elementos que tienen en común: mientras mejor la calidad del Estado de Derecho, más salud y más ingresos; mientras mejor el entorno para hacer negocios, más salud y más ingresos.
Eso quiere decir que si queremos mover a México de donde está hoy y llevarlo hasta su siguiente nivel de desarrollo, tenemos que trabajar en dos vertientes: mejorar la calidad de Estado de Derecho y mejorar el entorno para hacer negocios.
Y esa es una convicción profunda que se soporta en solamente ver el mundo y en darnos cuenta que los países que hoy siguen viviendo como si vivieran en 1910, son los países en donde no hay Estado de Derecho y son países en donde es difícil hacer negocios.
Y, por contra, los países que más avanzaron en los últimos 100 años, son los países que fortalecieron su Estado de Derecho y que lograron, además, construir un entorno que hacía más sencillo hacer negocios.
Eso nos permite, no solamente ver en la propia experiencia y los elementos de la agenda lo que tengamos que hacer, sino tener un laboratorio natural para ver en el mundo cuáles son esos elementos que le dieron fortaleza al Estado de Derecho y cuáles son los elementos que ayudan a mejorar el entorno de negocios.
Claramente, un elemento vinculado con Estado de Derecho es seguridad, probablemente el más importante, el más central, la primera obligación que debiera tener un gobierno es salvaguardar la integridad física y la integridad patrimonial.
Y hoy es una estrategia que tenemos que cambiar. Hoy el mexicano siente miedo en buena parte de su geografía, hoy está preocupado cuando sale a la calle, cuando toma el transporte público, cuando visita, incluso, un espacio turístico.
Y podemos encontrar algunos elementos, al tiempo de ver cómo ha evolucionado la inseguridad en México, que nos arrojen luz en términos de la dirección en la que tendríamos que cambiar nuestra estrategia.
Ese es México en 1997, se ven problemas de violencia en el noroeste y una violencia, sobre todo en el sur del país.
Si recordamos, esto es apenas tres años después de lo que sucedió en Chiapas y, en general, veíamos a un país con una violencia que tendía a moverse hacia el sur y con los problemas que todos recordamos, sobre todo en Baja California, en Sonora y en Chihuahua.
Y podemos ver cómo va evolucionando, al tiempo de ver en rojo, cómo va evolucionando la producción de armas en Estados Unidos.
Varias cosas son interesantes: primero, del 2000 al 2006 una mejora muy importante, del 2000 al 2006 México enfrentó un buen entorno en materia de seguridad; en el 2011 el primero momento, el primer máximo que vimos en materia de inseguridad.
Y ahí lo que se aprecia es, sobre todo, un problema de inseguridad en el norte del país y en Guerrero.
En términos generales, la situación en el sur-sureste, notablemente en la Península, había mejorado, y había mejorado mucho.
Del 11 al 17, vamos a ver dos momentos: primero, una recuperación, de nuevo, importante en materia de seguridad. Pero a partir del 16 y17 un incremento muy notable que nos ubica hoy ese mapa de violencia.
No es el mismo que teníamos en el 2011, en el 2011, si recordamos el norte y Guerrero, si vemos el 2017 es una violencia que se mueve hacia el sur y hacia el Pacífico y que, por lo tanto, se ve reflejada en muchos centros turísticos relevantes, incluido Quintana Roo.
Y eso refleja que han cambiado los elementos subyacentes en materia de violencia y que han cambiado, en consecuencia también, los retos que tendríamos que estar enfrentado juntos.
Lo que no ha cambiado es el acceso de armas que tiene el país.
Ese mapa, esa evolución, qué sugiere en términos de cómo tendríamos que cambiar la estrategia; sugiere que la estrategia debería de tener cinco elementos fundamentales. Y pongo de relieve otro elemento bien importante en estas presentaciones.
La mayor parte de ustedes habrán de coincidir conmigo que lo que es muy difícil de la presentación, o eso hubiéramos pensado, es hacerla. La verdad es que lo que es muy difícil hacer es proyectarla, porque tiro por viaje se nos va o el audio o el video. Y eso nos obliga a reaccionar con creatividad y con más elocuencia para suplir la imagen con una descripción, todavía más grafica de la propuesta.
Cinco ejes, pues, son en los que tendríamos que trabajar.
El primero, y muy importante: prevención, reconstrucción del tejido social, recuperar los valores de familia, recuperar el sentido de comunidad.
Y esto, que pareciera sonar como poco estructural, tiene que ser central en la nueva estrategia de seguridad.
Vemos que en las entidades en donde hay un mejor tejido social, en donde hay un mayor sentido de comunidad, hay también mejores elementos comunitarios que abonan en favor de la seguridad.
Un segundo elemento, igualmente importante, tenemos que evitar que le lleguen a los delincuentes armas y dinero.
En México se estima que hay entre 500 mil y 1.5 millones de armas en manos de la delincuencia organizada.
Lo ubico en perspectiva: el ejército guatemalteco tiene 150 mil, eso quiere decir que en el estimado bajo en México tenemos tres veces más armas en manos de la delincuencia organizada que el ejército guatemalteco.
Y en el estimado alto, la delincuencia organizada en México tendría casi el mismo número de armas que el ejército canadiense. Algo tenemos que hacer con las armas.
Y en México es prácticamente imposible recuperar recursos de la delincuencia organizada. Para poder recuperar un peso de la delincuencia organizada tenemos que acreditar de quién es, tenemos que acreditar cómo lo obtuvo, tenemos que acreditar que fue fruto de una actividad delincuencial y tenemos que acreditar quién fue responsable.
En la mayor parte del mundo, en una investigación de delincuencia organizada, lo único que se tiene que acreditar es que el delincuente no pueda explicar el origen lícito del recurso para que se lo quitemos.
Si no les quitamos armas y no les quitamos dinero, nos va a costar mucho trabajo darle al ciudadano lo que de nosotros está esperando.
No hay de otra, no hay manera que recuperemos el espacio de seguridad, si no fortalecemos a los policías. Necesitamos más y necesitamos pagarles mejor, tal y como dice la plataforma que aquí me presentaron.
Pero algo que no dice la plataforma, y que es igualmente importante: la plataforma habla de coordinación, la plataforma habla de coordinación entre niveles de gobierno, inteligencia, muchos elementos de los que pudiéramos echar manos para dar mejores resultados.
Pero un tema bien importante, y del que se habla poco: nosotros no castigamos los mismos crímenes de la misma forma, nosotros no definimos los mismos crímenes de la misma forma, y eso quiere decir que, aún si tuviéramos policías nacionales, mandos únicos, extraordinario esquema de coordinación, si no hablamos el mismo lenguaje delincuencial no vamos a darle buen resultado al ciudadano.
Pongo un ejemplo: la segunda entidad en el país donde hay más extorsión es Nuevo León; en Nuevo León no está tipificado el delito. Si nosotros revisamos robo en casa habitación, ahí se proponía fortalecer las penas justamente de este delito, vemos que en Jalisco hay más robo en casa habitación que el que hay en Nayarit y en Zacatecas.
Y vemos que en Jalisco, el robo en casa habitación se castiga con menos severidad que en Nayarit y que en Zacatecas.
Luego entonces, estamos enfrentando una delincuencia que no reconoce fronteras entre estados, con un sistema penal en donde cada estado define los delitos, literalmente, como Dios le da a entender.
Si nosotros no logramos ponernos de acuerdo, aunque sea en los cinco o seis delitos que más impactan el desarrollo de nuestro sector, no vamos a poder avanzar en lograr mejores condiciones de seguridad.
¿Cuáles son esos delitos? Los que están más cerca de nuestra actividad, los que impactan de mayor manera sobre todo al turismo: robo, extorsiones, secuestros, homicidios y feminicidios. Estos cinco delitos, cada estado tiene una definición distinta, eso quiere decir que tenemos 32 definiciones diferentes.
Aún si homologamos a todos los ministerios públicos, si logramos hacer un gran esfuerzo en capacitación de la policía, si no hablan el mismo idioma, nos vamos a quedar cortos en términos de la escala que tendríamos que dar para enfrentar estos retos.
¿A qué mundo debiéramos de transitar? A un mundo en donde fuera la forma como se comete el delito, la que determine de quién es competencia, y no el lugar en el que se comete el delito, sino le vamos a dar una ventaja importante a la delincuencia.
Yo hablaría aquí, no solamente de la parte turística y de la importancia de apoyarla y acompañarla, aquí me parece relevante que empecemos a hablar de turismo y de cultura.
La cultura no solamente nos da identidad, la cultura no solamente nos permite elementos didácticos, la cultura no solamente es nuestra mejor embajadora, sino que el catálogo cultural que tiene México, el tercer patrimonio cultural más importante del mundo, tiene un gran potencial para generar, en nuestro beneficio, recursos.
Hoy la cultura explica 3.3 del PIB, si lo sumamos al poco más del 10 que explica el turismo, estaríamos hablando, como sector turismo y cultura, de uno de los más importantes.
Y la cultura tendría capacidad de crecer, por sí misma, en casi 1.5 del PIB adicional. Eso quiere decir que cuando hablamos de infraestructura, debiéramos de concentrarnos, sí en la hídrica, sí en la carretera, pero también debiéramos de concentrarnos en la infraestructura cultural.
En el entendido de que una buena infraestructura cultural, que motive a que el turismo extienda su estancia por uno o dos días, se mide en puntos del PIB, en términos del beneficio que general para el país.
México tiene una gran oportunidad, desde el punto de vista de consolidarse como destino turístico, somos el país del mundo que tiene más pertenencias. Y esas pertenencias no las hemos logrado convertir todavía en oportunidades.
Hay muchos mercados potenciales en dónde invertir para cuidar nuestro buen nombre y nuestra nueva marca, de forma tal, que México se sigan consolidando como potencia.
Somos norteamericanos por geografía y por integración, pero somos caribeños y centroamericanos por definición geográfica y por historia.
Nos definimos como Latinoamericanos y estamos haciendo esfuerzos interesantes con la Alianza del Pacífico, con Argentina y con Brasil.
Somos parte de la cuenca Asia-Pacífico y somos parte, además, del G20, que quiere decir que tenemos un diálogo periódico con cada uno de los países que integran el G20. Y, sin embargo, si vemos el mundo, teniendo todas esas pertenencias, aprovechamos muchas menos de las que tenemos, en términos de su potencial.
Nuestro turismo, es un turismo fundamentalmente Norteamericano, de donde más se nos visita hoy, sigue siendo Estados Unidos y Canadá. Pero el tercer lugar es el Reino Unido, que quiere decir que hay un enorme potencial viendo Europa, como G20, para explotar también ese mercado.
Y el cuarto país del que más se nos visita es Colombia, y si seguimos viendo entre los países que están dentro de los 10 que más emisión de turismo tienen para México, encontramos también a Perú y a Chile.
Esto quiere decir que hay potencial de que México siga esta estrategia de promover su buen nombre, y de mejor vinculación y conectividad con otras regiones del mundo que, para efectos nuestros, están todavía profundamente inexploradas.
Y si solamente desglosando el potencial que nos da Norteamérica estamos donde estamos, si nos volteamos a ver otras regiones del mundo, la posibilidad de tener éxito es mucho mayor.
Sólo para ubicar, hay más centroamericanos que canadienses, y la población de Latinoamérica y el tamaño de su economía nos ubicaría, a México integrado dentro de ella, como la cuarta región económica más importante del mundo.
Si reflexionamos dentro del G20, hemos incursionado muy bien en España, en Alemania, en Francia y en Inglaterra, hay otros espacios de turismo en donde no hemos incursionado con el mismo éxito.
Y si se ve en el mapa, pues la región de Asia Pacifico, la región del Oriente Medio, pues son regiones que están prácticamente inexploradas. Y son regiones que han desarrollado enormes capacidades de conectividad y enormes capacidades de turismo.
Coincidimos también en la competitividad para los emprendedores, y aquí recordar algo que es fundamental, nada más importante para poder emprender que tener estabilidad y finanzas públicas sanas.
No tenemos que irnos a los 70´s y a los 80´s para recordar lo que se siente cuando se pierde estabilidad. El año pasado, aquí platicando con ustedes, tuvimos un trimestre en donde se puso en duda la confianza sobre México, en donde hubo que trabajar muy duro para recuperarla.
Arrancamos el año con tres calificadoras habiendo ubicado a México en perspectiva negativa, se pensaba que íbamos a crecer casi la mitad del pronóstico que teníamos en el PIB, se dudaba que fuéramos a lograr bajar la deuda o generar un superávit.
A un año de distancia, el trabajo para recuperar la confianza en el país, fue exitoso, pero vale la pena, con cargo a esta elección, que no reflexionemos en los 70´s y los 80´s, que recordemos cómo nos sentíamos en enero, febrero y marzo del año pasado, en términos de la pérdida de confianza que había en el país.
No pongamos en juego la confianza y la credibilidad del país en esta elección.
Tenemos, además, que transformar a México en una plataforma logística global, empezando naturalmente por el aeropuerto. México tiene que apostarle a esa y a otras obras que tienen capacidad de transformar nuestra competitividad y nuestra conectividad.
Tenemos que darles mucho más impulso a las mujeres como principal fuerza de trabajo del sector.
Como en ningún otro sector, en CONCANACO SERVYTUR las mujeres juegan un papel importante. Eso quiere decir estancias, guarderías, preescolar, primarias de tiempo completo, crédito a la palabra y, regresando al tema de la seguridad, intervenciones en la familia, en la escuela, en la calle y a la oficina para que tengamos, desde el punto de vista de valores, cero tolerancia a quien falte al respeto a una mujer.
Tenemos que triplicar el presupuesto de apoyos a emprendedores y potenciar los esfuerzos que juntos hicimos y que están funcionando bien.
Me tocó (inaudible) muchos de ellos, pero “Conéctate al Turismo”, “Mejora tu Hotel”, “Mejora tu Restaurante”, más y nuevos servicios de financiamiento público y privado, abonarán en construir un mejor entorno para el que en este sector quiera emprender.
Tenemos que mejorar significativamente el marco regulatorio y simplificar los procesos de apertura para MIPYMES.
Si solamente hiciéramos nuestro el dicho que dice: “Mucho ayuda, el que no estorba”, ya sería un gran avance, pero si además nos propusiéramos activamente a ayudar, podríamos ser muy buenos socios de este sector.
Y habría, en consecuencia, que empoderar a alguien dentro del gobierno que tuviera como única agenda defender a los emprendedores y a las MIPYMES frente a la tentación burocrática que, de manera natural, tienden a tener los gobiernos.
Coincidimos y compartimos en la agenda que se nos plantea en materia de educación. Y eso quiere decir que mejoremos condiciones de trabajo para los maestros, que en la red de guardería y estancias demos preescolar, que multipliquemos por cuatro las escuelas de tiempo completo, que trabajemos, y esto es algo muy importante y lo platicamos mucho cuando estábamos en SEDESOL, que trabajemos para asegurarnos que en México se termine la preparatoria. Todos ustedes que contratan, en general, piden como requisito ese.
La diferencia, en consecuencia, entre un México en donde se termina la preparatoria y un México en donde no se termina es enorme. Y para quienes no la terminaron, hay que ir por ellos, hay que buscarlos para darles la certificación de conocimientos o las herramientas que les permitan buscar, con CONCANACO y SERVYTUR, una oportunidad que por la vía del empleo les cambie el rostro y les cambie el entorno de pobreza en el que hoy siguen muchos mexicanos.
Coincidimos, también, con la agenda de impulso a la inversión y gastos sin corrupción, y termino con este par de láminas. Hoy tenemos una Ley de Zonas Económicas Especiales, llama la atención lo que en esa ley definimos como especial y nos marca una muy buena agenda, en términos de lo que tendríamos que hacer juntos.
Ahí se define como “especial” que tengamos predios libres de conflictividad social, esa debería ser la regla; que tengamos perímetros en donde garanticemos la seguridad para los establecimientos, esa debiera ser la regla; en donde tuviéramos ventanillas únicas para los trámites, esa debiera ser, de nuevo, nuestra realidad cotidiana.
En donde planeemos el ejercicio del gasto para que le demos adecuado soporte a la empresa, al servicio y al turismo, en donde acerquemos productos financieros, tanto públicos como privados, para que generemos un buen entorno para emprender y para crecer.
Todo eso que mandatamos por ley para la zona económica especial, tendría que ser algo que enfrentaran como experiencia cotidiana todos ustedes. Y yo, a esa agenda, me comprometo.
Y, finalmente, en el tema de corrupción, hay varias cosas, si vemos la agenda internacional, que México debiera de hacer, que México tendría que asumir.
Hay muchos países que tenían retos de corrupción igual de graves que el nuestro, jurisdicciones como Hong Kong, países como Singapur, como Italia, como Corea del Sur. Y, sin embargo, todos ellos mejoraron de manera muy importante.
Y encontramos que hicieron cinco cosas que México debiera de hacer y alguna que se está haciendo, de hecho, el día de hoy.
Primero, igual que en el caso de la delincuencia organizada, recuperar lo robado, hacer mucho más fácil ese proceso que lo que es hoy.
Igual que al delincuente organizado, al funcionario público, al que se le detecte bienes cuyo origen no pueda explicar, deberían de perderlos de inmediato para que podamos usarlos en labores de promoción. Hoy, de nuevo, es lo último que sucede.
Si queremos erradicar la corrupción de la política tendríamos que empezar por hacer fácil recuperar lo robado, tendríamos que darle autonomía el Ministerio Público.
Siempre en los discursos decimos que nadie debe de estar por arriba de la ley, pero inmediatamente después de decir eso decimos: “Y yo le voy a decir al Ministerio Público que haga o que deje de hacer”.
Si de verdad queremos nadie esté por arriba de la ley, el primero que tiene que poner el ejemplo es el presidente, dándole autonomía al Ministerio Público y enfrentando su ejercicio sin fuero.
Y hoy reconozco a la Comisión de Puntos Constitucionales que aprobó ya el primer paso para que eso se haga realidad, y que sea yo, en consecuencia, el primer presidente de México que no tenga fuero.
Algo que debiéramos también de hacer ley, es la Declaración 7 de 7. La 3 de 3 implica, declarar cuáles fueron mis ingresos del año previo, declarar que pagué impuestos y declarar que presenté mi información patrimonial.
¿Qué tendríamos que hacer si queremos asegurar que estamos frente a funcionarios públicos honestos? Que esos 3 de 3 sean consistentes y congruentes, que sea congruente el patrimonio con los ingresos, la Declaración Patrimonial con la Declaración Fiscal.
Que podamos contrastar la Declaración Patrimonial con los registros públicos de la propiedad, que podamos contrastar la información que tiene el SAT de si somos los representantes legales de empresa, tenemos acciones, facturamos, generamos ingresos distintos de los que declaramos, que un contador público certifique que esto es cierto y que un notario dé fe de que lo que entregamos efectivamente lo es.
Esa es la 7 de 7, debiera ser norma para cualquiera que quiera aspirar a un puesto de elección popular.
Yo he invitado a los demás candidatos a que lo hagan y en mi gobierno será obligatorio para todos los que quieran hacer equipo con México.
Y por cierto, si ese ejercicio se hiciera, porque además todo es público, la verdad es que es un ejercicio que no tendría que hacer voluntariamente un servidor público, basta contrastar la 3 de 3 con los registros públicos de la propiedad para encontrar cómo, en prácticamente todos los casos, acaban apareciendo bienes que no se revelaron en la 3 de 3 y que luego estamos teniendo que explicar.
El siguiente elemento: penas más severas, como dice la agenda. Y el último, y muy importante, transparencia en los contratos: que podamos darle seguimiento a la planeación reflejada en el presupuesto; que podamos ver el presupuesto reflejado en contratos y que podamos darle seguimiento, así, a cada peso que ejerza el Gobierno, a quién se contrató, bajo qué condiciones, con qué modalidad de asignación, en qué condiciones de precio y circunstancias.
Y si hacemos esas cinco cosas, alcanzaríamos el mismo resultado que han alcanzado otras jurisdicciones.
Hay, pues, plena empatía con la agenda que aquí se presenta, suscribo sin ninguna ambigüedad los cinco ejes rectores y termino, antes de que me hagan preguntas ustedes, haciéndoles yo una pregunta, ¿quién pensaba, desde hace algunos meses que ésta iba a ser una elección bien difícil?
La verdad se veía bien complicada, ¿no?
¿Y quién piensa que va a ser una elección bien importante?
Pues ayúdenme a ganarla. Gracias.