· Ir disminuyendo las calorías hasta lograr el gusto de saborear el agua natural, ayudará perder peso y se tendrá más energía
Actualmente el problema de sobrepeso y obesidad se debe en primer lugar a que se ha sustituido el agua natural por refrescos y jugos que contienen grandes cantidades de azúcar, saborizantes y colorantes artificiales, de tal manera que los hábitos alimenticios han cambiado. Fomentando así desde la niñez el problema de sobrepeso y obesidad, mencionó la licenciada en nutrición Gemma Soto Cuevas, Nutricionista-Dietista adscrita a la Unidad de Medicina Familiar No. 19 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Colima.
Recordó que todo nuestro organismo necesita agua, ya que cada tejido, órgano y sistema, funciona a base de líquidos; esta no solo preserva la salud, sino que incluso ayuda a curar muchas enfermedades.
La nutrióloga, explicó que en el cuerpo el agua está sometida a un intercambio y renovación constante y debe conservar la proporción adecuada en volumen, presión y concentración de solutos, a fin de asegurar un equilibrio para hacer posible la vida; ya que esta es esencial para los procesos fisiológicos de la digestión, absorción y excreción.
Así pues, teóricamente y en condiciones normales, en promedio, una persona necesita alrededor de 1.5 a 2 litros diarios de agua para mantener el equilibrio.
“Beber agua simple potable es la mejor forma de hidratarse”. Es indispensable para la vida, mantiene las funciones de nuestro cuerpo, ayuda a la prevención y control de enfermedades crónicas.
Ninguna bebida sustituye los beneficios del consumo de agua simple y potable, por el contrario, las bebidas azucaradas como refrescos, jugos, néctares, entre otras, representan un riesgo a la salud.
Y por último, comenta la nutrióloga, debemos enseñar desde pequeños a los niños a tomar agua y a consumir frutas y verduras, pues el 20% de agua lo aportan éstas, y siempre recordar que el agua ayuda a que las funciones del cuerpo trabajen al máximo.