*Derivado del Protocolo, se determinó que: la falda será opcional como elemento del uniforme escolar, que se trabajará en la construcción de senderos seguros, se construirán protocolos de atención a grupos vulnerables y se incluirán materias relativas a estudios de género en los programas académicos.
Ante alumnas y alumnos líderes de sus planteles, directivos universitarios y un grupo de especialistas en derechos humanos, género y diversidad sexual, este martes en el auditorio de Psicología, se dio a conocer de manera oficial la actualización del Protocolo para la Atención de la Violencia de Género en la Universidad de Colima, en un acto encabezado por el rector José Eduardo Hernández Nava, quien además nombró a las integrantes del nuevo Comité de Ética para la Atención de la Violencia de Género.
El protocolo, que es una versión ampliada del presentado en 2018, aseguró el rector en su intervención, “surge del compromiso de la UdeC para adoptar las medidas necesarias para prevenir, atender, sancionar y erradicar toda conducta de violencia de género dentro de la comunidad universitaria”.
El documento estará disponible para su consulta a partir de este miércoles 18 de diciembre en el portal web de la institución, y aplicará para el alumnado, trabajadores y para quienes visiten esta Casa de Estudio. Fue presentado por Priscilia Álvarez Gutiérrez, delegada del Campus Colima y Ana Azucena Evangelista Salazar, directora del Centro Universitario de Estudios de Género (CUEG).
En lo esencial, porque el documento consta de 22 páginas, busca, dijo Priscilia Álvarez, “fomentar la cultura de la denuncia en los casos de violencia de género en nuestra institución”. Para su elaboración, se contó con la participación de un grupo de especialistas en derechos humanos, género y diversidad sexual, conformado por: Azucena Evangelista, Mayra González, Nancy Molina, Aimé Tapia, Karla Kae Kral, Margarita Puente y Antar Martínez, así como con de los integrantes de la Comisión de Seguridad y Protección Civil de la UdeC.
Habló de la ruta crítica a seguir por quienes vayan a presentar una denuncia. En ella, dijo, lo primero es acercarse al director o directora del plantel o a la delegada o delegado del campus. El documento, agregó, “establece las acciones que nos ayudan a prevenir, atender y sancionar todos los tipos de violencia de género a través de principios básicos como la accesibilidad, la buena fe y la confidencialidad”. Es, además, un “documento vivo” que se irá adaptando y actualizando a las situaciones que se vivan y al contexto local y nacional.
En este sentido, si el o la afectada no quiere ir con estas personas, puede poner su queja por escrito, de manera electrónica, en un sitio que ya aparece en el portal de la institución (http://quejaviolenciagenero.ucol.mx), a un costado de donde se accede al correo de la Casa de Estudios. Esas denuncias serán derivadas después a la oficina del Abogado General para generar un acta y un expediente del caso, mismo que se turnará al Comité de Ética para la Atención de la Violencia de Género. Y así, entre todos, se determinará si procede alguna sanción o recomendación.
Esta misma ruta pueden seguir quienes hayan hecho denuncias en redes sociales, para que se les dé seguimiento y resolución a su caso.
Ni los directores de planteles o de las delegaciones, aclaró Álvarez Gutiérrez, tienen que saber los detalles del caso a denunciar, sólo la oficina del abogado o el Comité que el rector acaba de nombrar. Integran este Comité: Azucena Evangelista, Nancy Molina, Aimé Tapia, especialistas en el tema.
También intervino Elías Flores García, abogado general de la UdeC, quien habló de lo que se ha hecho para atender este tipo de casos, en los que ha habido sanciones y que no se pueden dar a conocer para no revictimizar a las personas afectadas. Lo nuevo en este Protocolo, dijo, es que ahora habrá una estadística de casos denunciados. Lo que continúa igual es la confidencialidad.
Agregó que la idea del documento es fomentar la cultura de denuncia y que éste no invalida el hecho de que la persona afectada quiera denunciar también ante las instancias de procuración de justicia del estado, dependiendo de la gravedad del caso. “Es un documento sencillo, no engorroso, porque la idea es atender rápido estos casos”.
En su intervención, el rector resaltó la importancia de la confidencialidad, “ya que es muy importante para poder salir adelante en las denuncias que se hagan en este tema”. Además, dijo que el Comité de Ética establecido para atender esto casos, tendrá como sus principales funciones: definir los mecanismos de asesoría y acompañamiento para las y los universitarios que lo requieran; emitir recomendaciones para la atención y resolución de casos, cuidando el enfoque de derechos humanos y la perspectiva de género y colaborar con las instancias universitarias en la elaboración de informes sobre casos de violencia de género”.
La oficina del Abogado General, por su parte, “atenderá las quejas, orientará a las personas afectadas y dará formal seguimiento al procedimiento, hasta la emisión de la resolución correspondiente. Recuerden –enfatizó– que es importante denunciar; no basta exhibir en redes sociales; eso no es suficiente, lo importante es la denuncia”.
Destacó, como parte de las medidas afirmativas acordadas por la Comisión y que se derivan del protocolo actualizado, que: la falda será opcional como elemento del uniforme escolar, que se trabajará en la construcción de senderos seguros en las inmediaciones de las instalaciones universitarias, que se construirán protocolos de atención a grupos vulnerables y se revisarán planes y programas de estudio para incluir materias relativas a estudios de género.
Con este documento, aseguró, “la institución demuestra su compromiso para atender estos nuevos retos, por lo que estoy seguro que nuestra política de puertas abiertas nos permitirá encontrar soluciones sin menoscabo de la excelencia académica que distingue a nuestra institución; por ello, pido a todos ustedes que difundan entre sus amigos, amigas y conocidos este nuevo protocolo, así como las medidas afirmativas”.