La OTAN tiene intención de proseguir con su misión en Afganistán dada la falta de avances en las conversaciones entre el Gobierno afgano y los talibán, entre cuyos objetivos se encontraba precisamente garantizar la retirada de las fuerzas internacionales del país centroasiático.
De hecho, a los insurgentes se les había prometido esta retirada para el mes de abril en virtud del llamado acuerdo de Doha para facilitar las conversaciones con el Gobierno. En su lugar, la violencia no ha hecho sino aumentar en todo el país.
El asesor de seguridad nacional de Afganistán, Hamdulá Mohib, llegó a decir este sábado que los talibán no han mostrado ningún deseo de paz y está buscando tomar el poder absoluto. “Sus partidarios quieren la destrucción de Afganistán”, lamentó en rueda de prensa recogida por TOLO News.
Así, Alemania y otros aliados internacionales se abstendrán de tomar decisión alguna sobre la retirada del contingente de 10,000 militares desplegados en el país durante el encuentro de ministros de Defensa previsto para el miércoles y el jueves de la próxima semana, de acuerdo con fuentes de la alianza atlántica a la agencia DPA.
En su lugar, la OTAN exigirá a los talibán que reduzcan la violencia e incrementen sus esfuerzos para acelerar las conversaciones de paz, comenzando por el fin de los ataques contra las fuerzas de seguridad y la población afganas.
Este mismo sábado, sin ir más lejos, el ministro de Exteriores de Alemania, Heiko Maas, recomendó que el despliegue militar alemán en Afganistán se prolongue más allá del mes que viene.
“Ante esta situación, debemos estar preparados con un mandato parlamentario para varios escenarios”, según el ministro, ante la posibilidad de que el Ejército mantenga un año más el despliegue de su contingente, que podría alcanzar los 1.500 militares.
CON INFORMACIÓN DE NOTICIEROS TELEVISA