*Este viernes egresaron 21 jóvenes que hicieron su residencia médica en el Hospital Regional Universitario.
Durante la clausura de las Residencias médicas 2021, realizada este viernes en el auditorio “Luis Barreda” del Complejo Administrativo del Gobierno del Estado, el rector
de la Universidad de Colima, Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño destacó que en este tipo de eventos “se evidencia que la colaboración entre instituciones es vital para el desarrollo
de la educación médica y la atención a la salud, ya que con esta suma de capacidades entre la academia y los campos clínicos, damos respuesta a los requerimientos sociales de ofrecer
programas de estudio pertinentes que incidan en la atención inmediata de los problemas de salud pública”.
Como institución educativa, continuó, no sólo se apoya la formación de las y los médicos en escenarios naturales, “sino que también damos seguimiento a la formación de
residentes, por lo que hemos sido testigos de sus logros, avances, y de su capacidad para la resolución de situaciones apremiantes, siempre con la guía de sus tutores y tutoras”.
Para enfrentar mejor la pandemia, destacó, “hemos puesto mayor énfasis en la urgencia de contar con recursos humanos y programas de formación de alta calidad en el
área médica, por lo que las contribuciones de quienes hoy egresan serán decisivas, pues el entorno en el que se prepararon, aunque riesgoso, los dotó de una visión especial para
reconfigurar su práctica y enfrentar procesos de adaptación que apoyarán su labor en cualquier sector en el que se desempeñen”.
Antes de concluir su intervención, invitó a los nuevos profesionales de la salud a que sigan actuando de manera responsable y solidaria con su comunidad; “sin duda, el
aprendizaje más valioso es aplicar en nuestro ejercicio la ética y empatía para ser conscientes de que, tanto en la educación como en la práctica médica, tratamos con otro ser
humano con iguales o mayores necesidades que las propias”.
En la ceremonia también intervino el Dr. César Javier Villalobos Alfaro, director del Hospital Regional Universitario, donde hicieron su residencia médica 21 jóvenes. Les
dijo que a partir de este día iniciaba un nuevo reto para ellos, “tal vez el más difícil al que se han enfrentado en toda su vida: el de ser el responsable directo de la salud de un ser
humano; sin embargo, deben sentirse tranquilos porque estoy convencido de que su estancia en nuestro hospital les otorgó las herramientas necesarias para así afrontar este reto”.
El padrino de generación fue el Dr. Fabián Rojas Larios, académico de la UdeC, quien invitó a las y los egresados a seguir siendo éticos, honestos, y no olvidar, en su trato
con los pacientes, el aspecto humano; “recuerden que ellos son nuestro mejor libro para aprender y seguir creciendo como profesionales de la salud”.
En nombre de los egresados, el joven Dr. Francisco Antonio Andrade Behse dijo que los últimos cuatro años de su formación “han sido difíciles, de lucha, pero a la vez
llenos de satisfacciones. Esta pandemia nos enseñó que también somos humanos, que somos frágiles; por eso, cuidemos de nuestros pacientes como nos gusta que cuiden de
nosotros mismos, no bajemos la cabeza, sigamos preservando la vida con calidad, no dejemos que el esfuerzo de nuestros compañeros sea en vano, y continuemos creciendo”.
Por último, agradeció a la Universidad “por habernos enseñado tanto en este tiempo, no sólo en conocimiento, sino por abrirnos las puertas y darnos un segundo hogar durante
estos años, enseñándonos el verdadero valor de la vida y volviéndonos más humanos”.
Para dar cierre a la ceremonia, Leticia Guadalupe Delgado Carrillo, secretaria de Salud y Bienestar Social del estado, comentó que “en ustedes va el esfuerzo de sus familias,
el testimonio de sus maestros, su vocación y el sello personal de ustedes mismos. Se trata de veintiún egresados que llevan el espíritu de servicio de una gran institución, como la que
forman sus maestros, directivos y demás compañeros que son el pilar del Hospital Regional Universitario, una Institución que les ha brindado una pauta importante para seguir en su
vida profesional, la de servir a quien lo necesita”.
En sus manos, agregó, “no solo hay destrezas, sino también esos valores adquiridos; en sus mentes no sólo hay conocimiento, también existen convicciones y conciencia.
Ahora, con la seguridad de su formación, son protagonistas de la medicina y ayudan a los demás a tener una mejor calidad de vida, por ello los felicito”.