*El proyecto es realizado por investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia del campus Tecomán.
Investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la Universidad de Colima, campus Tecomán, desarrollan el proyecto “Efecto del nivel de Dióxido de Carbono de la incubadora sobre el desarrollo embrionario y parámetros de eclosión en pollo de engorda”, del que ya publicaron los resultados en la revista científica “Abanico Veterinario”, indexada en las Revistas Mexicanas de Ciencia y Tecnología del CONACyT.
En entrevista, Omar Francisco Prado Rebolledo, responsable del proyecto, dijo que esta facultad cuenta con un módulo de producción avícola en el rancho El Peregrino, en el que se cuenta con máquinas incubadoras que se utilizan para la realización de prácticas de campo y experimentos por parte de estudiantes de licenciatura y posgrado.
Dicho proyecto, explicó, se realizó con 600 huevos fértiles de 41 semanas de edad y con peso de 65 y 70 gramos, los cuales fueron distribuidos en dos incubadoras comerciales de una sola etapa con sensor de temperatura, humedad, dióxido de carbono y circulación de aire horizontal y laminar a través de radiadores perforados.
“Para conocer el efecto del dióxido de carbono sobre la incubabilidad (facultad o capacidad del huevo para eclosionar), sobre el peso del pollo, la pérdida de humedad, el tamaño del pollo, la glucosa, el hematocrito y las proteínas plasmáticas, el dióxido de carbono fue monitoreado durante todo el proceso de incubación”, detalló.
De los resultados obtenidos, Prado Rebolledo compartió que encontraron que la concentración más baja de dióxido de carbono mejora la incubabilidad. Por lo tanto, dijo, la integridad del cascarón juega un papel importante para el intercambio gaseoso, lo que significa que los niveles elevados de dióxido de carbono (CO2) en la máquina incubadora impiden que se oxigenen los embriones de pollo y esto hace que tengan una desventaja respecto a los pollos que tiene mayor presencia de oxígeno y, por consiguiente, son más vigorosos al nacimiento”.
Gustavo Valpuesta Santos, director del plantel y uno de los participantes en este proyecto, explicó que el oxígeno (O2) y el dióxido de carbono (CO2) son gases vitales para el embrión durante el proceso de incubación. Por eso, y con el fin de evaluar el efecto del nivel del dióxido de carbono de la incubadora sobre el desarrollo embrionario, los parámetros de eclosión y sobre el posterior crecimiento del pollo de engorda, a lo largo del proyecto se midió la pérdida de humedad, incubabilidad, el peso y tamaño del pollo, así como la glucosa sanguínea, el hematocrito y las proteínas plasmáticas.
“El desarrollo embrionario del pollo -agregó- depende en primera instancia de los poros del cascarón, que permiten la difusión del oxígeno y del dióxido de carbono entre el medio ambiente externo del huevo y la sangre del embrión, por lo que en los objetivos planteados se consideró determinar el efecto de los parámetros de incubación con dos niveles de dióxido de carbono y dos pesos de huevo”.
Actualmente, dijo Prado Rebolledo, están analizando los resultados de un segundo estudio sobre un tema relacionado, que tiene que ver con ambientes ricos en dióxido de carbono y su efecto en las proteínas plasmáticas, presentes en el plasma sanguíneo y que cumplen diversas funciones, entre ellas el transporte de lípidos, de hormonas, vitaminas y minerales.