*En entrevista, el investigador Jesús E. Castrejón, experto en estos temas, aborda la controversia suscitada hace días en torno a la vacuna de AstraZeneca.
Sobre la controversia generada en estos días en torno a la vacuna AstraZeneca, el profesor investigador de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Colima, Jesús Enrique Castrejón Antonio comentó que, a partir de una revisión de la información disponible hasta el momento, no es posible afirmar que, tras la aplicación del antígeno, la gente presente una mayor disposición a presentar trombos o coágulos en la sangre.
En entrevista, recordó cómo España, Alemania, Italia y Francia decidieron suspender temporalmente la aplicación de esta vacuna por su posible asociación con eventos trombóticos. Tras varios días de revisión, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), publicó que dicha vacuna es segura y eficaz y que los beneficios superan con creces a los riesgos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), continuó Castrejón Antonio, luego de analizar la vacuna, exhortó a los países a no dejar de inmunizar a sus habitantes, pues “no hay evidencia concluyente sobre la relación causal entre la vacuna y los casos de trombosis reportados”.
Explicó que tanto los medicamentos como las vacunas, junto con el beneficio que ofrecen presentan también riesgos o reacciones secundarias. Cuando dicho riesgo es muy inferior a los beneficios, y luego de una larga serie de ensayos, las autoridades sanitarias deciden lanzar un producto al mercado.
Jesús Enrique Castrejón es doctor en ciencias en el área de Microbiología; imparte las asignaturas de Farmacia Clínica y otras áreas relacionadas en la Facultad de Ciencias Químicas de la UdeC y es miembro colaborador de la Cátedra Ma. José Faus Dáder de Atención Farmacéutica en la Universidad de Granada, España.
Ahora que se están aplicando inmunizaciones masivas, pidió estar atento a lo que se conoce como Eventos Supuestamente Atribuibles a Vacunación e Inmunización (ESAVI), que son indicadores valiosos para vigilar la seguridad de las vacunas. A partir de ellos, dijo, es posible detener o no un programa de vacunación.
Los ESAVI se definen como “cualquier ocurrencia médica adversa que se produce después de la inmunización, pero que no necesariamente está causalmente relacionada con el uso de la vacuna. El evento adverso puede ser una señal desfavorable o no planeada, un hallazgo de laboratorio anormal, un síntoma o una enfermedad” (OMS).
En México, dijo, las autoridades no han suspendido la aplicación de la vacuna de AstraZeneca porque no hay evidencia fuerte para hacerlo y agregó que, hasta el momento, se le han reportado a nivel nacional poco más de 400 ESAVI menores (dolor, náusea, debilidad, mareo). La vacuna con más ESAVI presentados, dijo, es la de Pfizer-Biontech, con más de 12 mil casos en el país.
Lo que sigue ahora, comentó, “es establecer la relación causal entre la vacunación y un evento, porque lo que se sabe de la composición propia de las vacunas no establece una relación causal o fisiológica para generar trombosis. Pasará tiempo para establecer una certeza, aunque lo más seguro es que AstraZeneca vaya a quedar palomeada y pueda seguir la vacunación”.
La ventaja de la vacuna AstraZeneca, aseguró por último, es su funcionalidad y que es más económica, además de que presenta menos problemas de manejo.