Plaza de toros de El Bibio de Gijón no volverá a albergar la tradicional feria taurina de Begoña

“Una ciudad que cree en la igualdad de hombres y mujeres no puede permitir este tipo de cosas”, afirma la regidora socialista.

La plaza de toros de El Bibio de Gijón no volverá a albergar la tradicional feria taurina de Begoña, ya que el Ayuntamiento de la ciudad no renovará la concesión del coso por considerar que no se pueden utilizar los toros para “desplegar una ideología contraria a los derechos humanos”.

“Se ha acabado la feria taurina”, ha afirmado la alcaldesa de Gijón, Ana González (PSOE), en declaraciones a los periodistas, tras sostener que lo sucedido en la última corrida de la feria de este año, donde dos de los morlacos de la ganadería de Daniel Ruiz se llamaban Feminista y Nigeriano, ha suscitado gran malestar entre asociaciones feministas y animalistas.

“Una ciudad que cree en la igualdad de mujeres y hombres, que cree en la integración, en las puertas abiertas a todo el mundo no puede permitir este tipo de cosas”, ha afirmado la regidora antes de sostener que se han cruzado “varias rayas”. González ha explicado que la idea era terminar la concesión de la plaza de toros de El Bibio y posteriormente ponerle fin, tal y como contemplan las resoluciones de los congresos del PSOE, pero estos sucesos han adelantado la decisión.

“Se ha acabado la feria taurina porque parece que se escondían demasiadas cosas”, afirma la alcaldesa

Por ello, el Consistorio no concederá una tercera prórroga de la concesión firmada en 2016 ni sacará una nueva convocatoria, pese a que el pago de la adjudicataria supone 50.000 euros al año para el ayuntamiento. “Se ha acabado la feria taurina porque parece que se escondían demasiadas cosas”, ha explicado la regidora, que ha sostenido que si el mundo de los toros es lo que se vio en la última corrida de la feria “no aporta demasiado a una ciudad como Gijón”. González ha indicado que en los últimos años los toros estaban “claramente cuestionados”, y cada vez eran más las voces que pedían poner fin a la feria taurina en Gijón.

Feminista y Nigeriano se llamaban los dos toros de la ganadería de Daniel Ruiz que lidió Morante de la Puebla el pasado domingo, 15 de agosto, en Gijón, nombres que han generado polémica en redes sociales y que han despertado quejas por parte de asociaciones feministas y animalistas. La Plataforma Feminista d’Asturies ha emitido un comunicado en el que expresa que “torturar a un animal hasta matarlo implica sadismo, ya que se disfruta con el dolor que se le está infringiendo a un ser vivo, que sufre, que siente dolor; implica no sentir pena, no sentir lástima, no sentir amor. ¿Acaso son estos comportamientos los que promueve el feminismo? Más bien todo lo contrario”.

Asimismo, remarcan que el feminismo lucha “contra la opresión del sistema patriarcal hacia las mujeres, contra el capitalismo que divide el mundo entre ricos y pobres, contra el racismo, contra un sistema que agota los recursos naturales en aras del beneficio económico y contra la dominación que ejercen unos seres vivos, los humanos, sobre los animales”, añaden.

Por su parte, La Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (ANADEL) ha apoyado el discurso de la plataforma feminista y ha cargado contra “la alcaldesita” de Gijón, Ana González. “Dice ser feminista y sus actos son lo contrario. Una feminista no estará a favor del maltrato animal como son las corridas de toros, pero aún más si uno de los toros se llama Feminista. La incoherencia de esta mujer deja claro su incapacidad y soberbia para gobernar una ciudad como Gijón; hace daño al municipio y a sus habitantes”, critican en un comunicado.

Desde el sector taurino no han querido polemizar. El ganadero Daniel Ruiz ha declarado a la agencia EFE que “no hubiera tenido origen esta polémica de haber conocido un poco la idiosincrasia de cómo funciona una ganadería de bravo”. “Las vacas son las más importantes en una ganadería, y de ellas heredan sus nombres los toros que se lidian en las plazas. De ahí que tanto Feminista como Nigeriano adquirieron sus nombres de las vacas que los parieron y, por tanto, no fueron escogidos expresamente para esa corrida”, explica Ruiz.

Nombres heredados

“En nuestra ganadería tenemos 350 vientes y, en consecuencias, 350 nombres, que son los que luego heredan sus hijos, como es el caso de Feminista o Nigeriano, además de los otros tres toros que lidiaron esa tarde en Gijón y que se llamaron Finito, Turronero y Niñero, además de Rebujino, que fue como se llamó el sobrero del mismo hierro”, continúa el ganadero.

La peculiaridad de cómo se ponen los nombres a los toros bravos en ocasiones hace que algunas ganaderías o algunos encastes adquieran su fama, como es el caso de las de procedencia Núñez, con las famosas reatas de los músicos y que ha dado nombres tan dispares como Violinista, Pianista, Fandanguero, Corneto, Bandurria, Guitarra o Tamborilero.

Como anécdota, el nombre del toro con el que Manolete tomó la alternativa el 2 de julio 1939 en Sevilla se llamaba Comunista, de la ganadería de Clemente Tassara, aunque, precisamente, para evitar susceptibilidades justo cuando habían pasado pocos meses del final de la Guerra Civil se decidió cambiarlo por el de Mirador.

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