Opinión | Monreal ya está en la mesa

La sucesión presidencial sigue siendo el gran distractor de AMLO, utilizado la última semana de septiembre para desviar la atención de las críticas por la presencia de los dictadores latinoamericanos en los festejos de la independencia y del fracaso de la reunión de los países de américa latina, que sirvió únicamente para confrontarse y acreditar que está muy lejos la unidad latinoamericana y mucho más lejos la desaparición de la OEA, como lo pretende AMLO.

Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, dejó una vez más en claro sus aspiraciones presidenciales. Si no voy por Morena, iré por Morena”, dijo en entrevista con Joaquín López-Dóriga.

“Estoy preparado, me he preparado, estoy en la plenitud de mi lucidez, en experiencia acumulada y de mi trabajo. Me siento con la capacidad de profundizar este proceso iniciado por el presidente (Andrés Manuel) López Obrador y de continuar con el cambio de régimen, Lo digo ahora, no tengo titubeos ni regateos en ese propósito, deseo llegar a mi cita con la historia”, refirió.

Dejó entrever que, si no es así, de igual manera, seguramente, se encontrará en la boleta en 2024 para contender por la Presidencia de la República. Está claro que Monreal se refiere a la boleta presidencial y de que no va a aceptar un premio de consolación como pudiera ser el de ser candidato a la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de México.

“Yo casi estoy seguro que voy a ganar la elección interna, porque lo percibo a pesar de que faltan tres años, y en su caso la Presidencial. Para mí, la más difícil es la contienda interna”.

Aquí se equivoca Monreal, en Morena no habrá contienda interna, cuando mucho una encuesta como las que acostumbran en ese partido para maquillar la decisión presidencial, Monreal lo sabe, y al hablar de contienda interna está planteando que será un proceso abierto a la militancia, por eso dice: “Puedo convencer al presidente de la República que soy la mejor opción para profundizar este proceso de cambio. Puedo convencer a propios y extraños de que puedo realizar un Gobierno equilibrado”, destacó.

Monreal está reconociendo en esta declaración que el presidente tomará la decisión por eso dice que puede convencer al presidente de que él debe ser el candidato y, a la vez, lanza la amenaza de que puede convencer a propios y extraños, a quienes ofrece un gobierno equilibrado, aquí señala que el actual gobierno no guarda equilibrios.

Dice Ricardo Monreal que aceptará las reglas en Morena siempre y cuando haya piso parejo, inclusión y apertura en el proceso de selección del candidato. De momento no hay piso parejo, la señora Claudia Sheinbaum es la candidata del presidente, y también considera que no hay inclusión, por que el presidente AMLO abrió la sucesión no incluyó a Monreal y tampoco hay apertura en un proceso sucesorio que para el presidente AMLO ya está definido.

Cuando se le dice a Monreal que él no fue incluido en el “grupo de corcholatas”, responde que él es gente seria y que no forma parte de las “corcholatas” que él se cuece aparte, y por esa razón afuera, del grupo destapado.

“Sin apertura en Morena, habrá ruptura”.

Sobre su reunión con Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, secretario de Gobernación (Segob), Ricardo Monreal recalcó que fue un encuentro con un propósito político: dar un mensaje de unidad.

“Fue una buena reunión. Creo que era importante que, si tenemos capacidad para reunirnos con la oposición, acuerdos y diálogo, parecía contradictorio que no se pudiera reunir con tus compañeros aspirantes a la Presidencia”, precisó.

Quiere decir que los tres más importantes políticos de la 4T se reúnen a dialogar, no es para buscar soluciones a los problemas del país, si no para dar un mensaje de que en Morena están unidos, y si tienen que dar ese mensaje es porque no lo están, tan es así que Monreal y Sheinbaum tenían más de tres años sin reunirse. Recordemos las acusaciones de Claudia Sheinbaum a Monreal de haber alentado la pérdida de las alcaldías capitalinas en la elección del 6 de junio.

¿Por qué tendrían que reunirse con el secretario de Gobernación para los asuntos de Morena? Y acordar con él, que en su momento las reglas que se fijen para competir en Morena permitan piso parejo, inclusión y no ruptura como demanda Monreal.

Ricardo Monreal advierte: “El propósito es enviar un mensaje político de unidad, cohesión, que no se adelantaran los tiempos de la ruptura que ojalá no la haya”. Está claro, habrá ruptura y Monreal dice que no se adelante la ruptura, la amenaza está puesta.

“Si hay exclusión habrá división (en Morena); si no hay apertura, habrá ruptura y nadie desea eso. Yo quiero que haya apertura e inclusión, y cuando hay piso parejo no tienes razón ni motivos para abandonar un proyecto o crear un político nuevo, al contrario, continúas y profundizas el proyecto en el que crees”.

Monreal habló públicamente de Sheinbaum: por un lado, declaró abiertamente que el presidente López Obrador tenía en ella a su favorita para la sucesión presidencial, Monreal no se engaña sabe que no es el favorito.

El secretario de Gobernación Adán Augusto López los convocó para invitarlos a reunirse en privado, a los dos y él como intermediario, en su despacho de Bucareli.

De frente, con Adán Augusto de testigo, hablaron de un “pacto de no agresión” y de “llegar unidos al 2024”. Se acordó que los equipos de ambos no iban a agredirse y que iban “a trabajar juntos para que Morena no perdiera las elecciones siguientes y las presidenciales.

El abierto favoritismo de AMLO hacia Sheinbaum corre el riesgo de provocar una división en Morena. La reunión en Bucareli es la confirmación de que existe ese riesgo y de que se tiene conciencia de ello. Es obvio que el encuentro tenía el beneplácito de López Obrador. Y su difusión pública muestra que no se realizó tanto para platicar y negociar, sino para que se supiera.

Si se busca la unidad en Morena, ¿por qué no invitaron a Marcelo Ebrard?, habrá quien diga que nada tenía que hacer Ebrard en una reunión sobre “la agenda legislativa en la capital”. Pero si en serio se trataba de eso, ¿cómo se explica la ausencia del líder de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier?

El gran ganador de la foto es sin duda el senador Monreal. Lo es porque, sin haber sido mencionado por el Presidente como aspirante presidencial, ya se sentó a platicar sobre el tema con la candidata de AMLO, teniendo como testigo al representante de López Obrador, que también es candidato presidencial y si en algún momento se pretendió dejarlo fuera de la carrera, pero Monreal ya está dentro, tiene lugar en la mesa, pide reglas y amenaza con la ruptura que no recomienda ni quiere.

Está claro que el presidente AMLO no incluyó a Monreal en la carrera presidencial, pero con su inteligencia y activismo político, se sentó a la mesa y está en la carrera presidencial.

Ahora, como nunca antes en la historia de los últimos 50 años en Mèxico, los asuntos del partido político en el poder, las luchas por la candidatura a la presidencia de la república, se resuelven con la intermediación del Secretario de Gobernaciòn, en reuniones anunciadas y promovidas a todo lo que da. Este es el cambio que trajo Morena a la pràctica política.

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