La cumbre telemática entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, empezó hoy en un contexto de temor a una eventual escalada militar que tiene el Kremlin con el gobierno de Ucrania, indicaron las agencias rusas de noticias, siendo un encuentro que acapara la atención de la comunidad internacional.
La conversación, por videoconferencia, “durara el tiempo que haga falta”, declaró Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, citado por la agencia de prensa pública TASS.
En las primeras imágenes divulgadas por el Kremlin se ve a Putin saludando con la mano a su homólogo estadounidense desde su residencia de invierno en Sochi (mar Negro).
“Le saludo, señor presidente”, dijo sentado frente a una gran pantalla Putin, tras lo que cedió la palabra a Biden. Por su parte, Biden le respondió que “lamentablemente, no nos pudimos ver en la cumbre del G20. Y espero que nos veamos la próxima vez en persona”.
Ambos mandatarios sólo se han reunido una vez, en junio pasado durante una cumbre en Ginebra.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, explicó que la videoconferencia tendría lugar a través de un canal de comunicación cerrado “que permite hablar sobre los temas más secretos”.
Horas antes portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que “no hay que esperar avances”, ya que la videoconferencia es, en realidad, “una conversación de trabajo”.
La pasada semana Putin propuso a la OTAN un pacto de seguridad para evitar el ingreso de Ucrania en la Alianza Atlántica, mientras Biden ha advertido a Moscú con graves consecuencias en caso de una invasión rusa del país vecino.
Para Biden la prioridad en esta conversación será advertir a Putin de que las consecuencias de un eventual ataque contra Ucrania, en cuyas fronteras Rusia concentran entre 70 mil y 94 mil soldados, según la inteligencia estadounidense y la de Kiev, serán muy graves.
Estados Unidos estima que Rusia podría atacar o invadir Ucrania con unos 175 mil soldados y Ucrania calcula el momento más probable de una nueva agresión rusa sería a finales de enero de 2022.
La Casa Blanca ya trabaja en un paquete de fuertes sanciones económicas con los socios europeos y la propia Ucrania para disuadir a Putin de un eventual ataque.
Estas sanciones podrían incluir, según la cadena CNN, nuevas restricciones contra el círculo cercano a Putin y el sector energético ruso, además de una potencial “opción nuclear”, que sería desconectar a Rusia del sistema de transferencia de datos bancarios Swift.
Biden advertirá asimismo a Putin de que está dispuesto a reforzar el flanco este de la OTAN, probablemente con tropas “adicionales”, en caso de que Rusia ataque o invada Ucrania, según dijo el lunes un alto funcionario estadounidense bajo condición de anonimato.
El mandatario ruso por su parte, quiere plantear a Biden su propuesta de garantías legalmente vinculantes de que la OTAN no se expandirá más hacia Rusia, es decir a Ucrania y Georgia, y que no desplegará armamento en territorio ucraniano.
Rusia, que intenta darle la vuelta al discurso de Occidente sobre una posible invasión de Ucrania, asegura que tiene todo el derecho a desplegar sus tropas dónde y cuándo le plazca.
Putin ha asegurado que Rusia recibió en su momento promesas verbales de que la OTAN no iba a ampliarse al este, pero hizo todo lo contrario en 1999 y 2004, ignorando “las legítimas preocupaciones rusas en materia de seguridad” entonces y también ahora.
Además de Ucrania, ambos líderes hablarán de las maltrechas relaciones bilaterales y de los acuerdos alcanzados en Ginebra en junio pasado sobre estabilidad estratégica y ciberseguridad o la eliminación de obstáculos al trabajo de las legaciones en Estados Unidos y Rusia. Asimismo, analizarán la situación en torno a Afganistán, Irán, Libia y Siria, así como la pandemia del coronavirus.
Con información de: Milenio