Santuario de las Luciérnagas, Tlaxcala, un paraíso en verano

Caminar por los densos bosques de oyamel en Nanacamilpa y Calpulalpan, durante las noches de verano es como meterse en una obra surrealista, donde cientos de esferas de luz flotan y se cruzan a nuestro derredor, sobre las siluetas de las ramas en la penumbra de la noche húmeda. A diferentes alturas y de manera alternada, las esferas prenden por segundos sincronizados con un lenguaje de seducción.

 

Aquellos son los machos de los escarabajos lampíridos, conocidos como luciérnagas. Las hembras, a tan solo dos milímetros del suelo, se convierten en luceros de la noche sobre la negra hojarasca y la hierba más baja, sin tintinear; permanecen estáticas y brillantes, en espera de que algún macho las deslumbre con sus señales lumínicas para iniciar el apareamiento. En cuanto esto sucede, se apagan y en el bosque de oyamel quedarán las larvas que el próximo año interpretarán la fiesta de la vida, perpetuando su especie.

 

Mientras las luciérnagas se cortejan, la lluvia empapa el bosque y escurre por los impermeables de los visitantes que deben guardar total discreción para compartir aquel instante en el que los escarabajos multiplican la vida.

 

Tras ser reanudados por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, los Paseos Culturales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) invitan a vivir esta experiencia con la naturaleza en el Santuario Amigos del Bosque, en el municipio de Calpulalpan, la estrella del itinerario que ha preparado para los próximos 16 y 17 de julio: “Visita al fantástico Santuario de las Luciérnagas, en Tlaxcala”, cuyas reservaciones cierran este 17 de junio.

 

En este recorrido, se tiene programado arribar al santuario natural alrededor de las 6:40 de la tarde, horas antes del crepúsculo (por el horario de verano) para internarse en el bosque mientras cae la oscuridad y, ya de noche, apreciar la luminiscencia de los insectos.

 

El paseo será guiado por el geógrafo Pedro Pascual López, quien explicará detalles de este asunto de la naturaleza para entenderlo y apreciarlo con plenitud y conocimiento pero, sobre todo, con respeto.

 

Es necesario llevar impermeable, pues las luciérnagas se aparean bajo la lluvia, además de zapatos antiderrapantes. Está prohibido usar sombrillas para evitar accidentes, tampoco se pueden llevar linternas, ni prender la luz de celulares o usar el flash de las cámaras, porque impediría la comunicación entre los insectos. Hay que caminar con cuidado para no pisar a las hembras.

 

Es necesario llevar impermeable, pues las luciérnagas se aparean bajo la lluvia, además de zapatos antiderrapantes. Está prohibido usar sombrillas para evitar accidentes, tampoco se pueden llevar linternas, ni prender la luz de celulares o usar el flash de las cámaras, porque impediría la comunicación entre los insectos. Hay que caminar con cuidado para no pisar a las hembras.

 

Y así lo han corroborado los hallazgos de los restos óseos de hombres, mujeres y niños españoles, negros y mulatos, que formaron parte de ese grupo, además de un gran número de objetos de origen europeo que traían consigo. Es el único sitio que tiene evidencia de la presencia física de los conquistadores. Todo un contexto socio-histórico y arqueológico sin igual.

 

Se visitará también Calpulalpan y, cerca de ahí, la Hoyanca, una especie de acantilado en forma circular, cuyas paredes tienen 90 grados de inclinación, aunque en algunos puntos se aproxima a los 120. La cavidad ha motivado inquietantes mitos entre los pobladores. Esto será el 16 de julio, antes de la visita al santuario de luciérnagas. La pernocta de este día será en la ciudad de Tlaxcala después del recorrido por el bosque, donde los anfitriones ofrecerán una bebida caliente para quitar el frío.

 

El día 17 se visitará el centro histórico de Tlaxcala y la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, joya del barroco poblano-tlaxcalteca, mandada construir por el obispo Palafox en devoción a la Virgen que, cuenta la leyenda, apareció en el siglo XVI al indio Juan Diego Bernardino e hizo brotar un manantial de aguas curativas con las que se eliminó la peste.

 

En su interior destacan tres retablos de exuberante decoración, abarcado los muros del presbiterio y los brazos del antiguo crucero, por lo que dan la impresión de ser uno solo: el de la derecha dedicado a la Virgen de Guadalupe, el de la izquierda a la Pasión de Cristo y el principal a la Virgen María, en su imagen de Ocotlán. Informes y reservaciones en: [email protected]. y en los teléfonos 55 4166 0781 al 84, extensiones 416663 y 416665.

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