Ante los múltiples hechos violentos que sacuden al país y donde la estrategia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se mantiene con “abrazos no balazos”, el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas, (Confraternice), Arturo Farela Gutiérrez, acusa a la jerarquía eclesiástica de querer “incendiar el país”.
Así lo señala el exgobernador de Colima, Fernando Moreno Peña quien consideró necesario reflexionar respecto al tema de seguridad y el papel de las iglesias en México.
Indicó que “este personaje, Arturo Farela Gutiérrez, es el líder de las iglesias cristianas evangélicas que se identifican con el presidente AMLO y él también ha expresado sus preferencias a este liderazgo religioso y a las iglesias que representan”.
Recordando que, desde el inicio de su gobierno, AMLO le dio la encomienda a este líder religioso para que distribuyera a nivel nacional “la cartilla moral”, lo que resultó ser un fracaso. Igual ocurrió cuando el presidente Trump pretendió imponer aranceles para obligar a AMLO a usar la Guardia Nacional para detener migrantes, como aceptó y lo hizo. El gobierno de México organizó en Tijuana, Baja California, el evento de la dignidad nacional y el orador a nombre de las iglesias fue Arturo Farela Gutiérrez.
Aunque, a raíz del asesinato de los jesuitas, y que la Iglesia Católica organizó como protesta la Jornada de Oración por la Paz, y ha venido criticando duramente la política de abrazos y no balazos, el gobierno federal, comenzó a utilizar al religioso Arturo Farela para atacar a la iglesia católica.
En este sentido, Arturo Ferela afirma: “La Iglesia católica busca que se utilice la mano dura para combatir al crimen, porque desde que AMLO ganó la Presidencia hubo un rechazo de un importante sector de la jerarquía católica, por eso sus ataques contra este gobierno”.
El jerarca cristiano recalca que “no sé si esa sea la razón por la que el presidente no los ha recibido, como antes lo hacían los presidentes de sexenios pasados, sin dejar de ser un país laico. La jerarquía católica pretende incendiar el país, que sea como sea, está siendo gobernado a través de la paz y francamente equivocadas las críticas vertidas por sacerdotes y obispos de la Iglesia católica por la inseguridad que enfrenta el país”.
“Ellos no se están rigiendo por lo que deberían de enseñar, que es la Biblia como palabra de Dios. En la Biblia encontramos una máxima de Jesucristo que dice: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. Si los obispos católicos tuvieran prácticas y enseñanzas cristianas, dejarían de estar no solamente criticando las políticas públicas del gobierno federal, sino que ellos mismos estarían dando opiniones fundamentadas en las enseñanzas de Jesucristo, y no lo hacen”.
Acusa además de que “como AMLO no se ha ceñido a la voluntad de la jerarquía católica, ésta revira con críticas contra la actual administración, “que son sin fundamento, sin razones y sin argumentos. Con esto, podemos darnos cuenta de que la jerarquía católica no desea el bien de México, sino todo lo contrario: está tratando de incendiar al país”.
Además, señaló “hay paz en el país, que no existen grupos armados en Guerrero, en Chiapas, en Michoacán o en cualquier otra parte de la República”.
“El México de hoy es muy distinto, ahora es un país institucional que se ciñe al respeto del Estado de derecho. Por ello, debemos apoyar al presidente y dejar de hacerle esas críticas destructivas. No existen fallas o errores en el actual gobierno, ni nada que cuestionarle a López Obrador”, subrayó el líder cristiano.
“La educación espiritual es importante y eso es lo que el presidente frecuentemente está tratando de instruir a los mexicanos sobre ese tema como base fundamental para erradicar la violencia.”
“Se puede combatir la violencia enseñando principios de amor al prójimo. El presidente en las mañaneras insiste en hablar de las enseñanzas cristianas, que entiende una buena parte del auditorio”.
“La estrategia abrazos, no balazos. A nosotros nos parece la correcta porque creemos que la violencia no se debe combatir con violencia. Abrazos, no balazos significa amor al prójimo, significa convivencia fraternal. Y atacar los orígenes de la violencia enseñando principios de amor al prójimo son fundamentales para que no tengamos un México lleno de violencia”.
Ante ello, consideró Moreno Peña, que es necesario recapitular y analizar, no solo la participación de las religiones en la vida cotidiana, sino también en la política, donde el pueblo de México se polariza, mientras la incidencia delictiva, los actos violentos, se recrudecen y donde los mexicanos buscan un entorno de paz que cada día se ve más lejano.