El papa Francisco pidió respeto a los derechos humanos, que no existan discriminaciones por religión o sexo y el final de la pena de muerte en Baréin, en un discurso a las autoridades del país, durante su primer acto de un viaje de cuatro días.
En el palacio real de Sakhir, ante las autoridades y el rey Hamad bin Isa Al Jalifa, el pontífice recordó que la Constitución del país establece que “no debe haber ninguna discriminación en base al sexo, a la proveniencia, a la lengua, a la religión o al credo” y que “la libertad de conciencia es absoluta” y que “el Estado tutela la inviolabilidad del culto”.
Con motivo de su visita al país numerosas ONG, activistas y ciudadanos de la comunidad chií habían pedido al papa para que presione en favor de la tolerancia y el diálogo en el reino árabe, denunciando numerosos casos de tortura, represión y encarcelamiento de opositores por motivos políticos o religiosos.
En Baréin la mayoría de sus cerca de 1.4 millones de habitantes es chií, pero su gobierno está dirigido por una monarquía absoluta suní, aliada de Arabia Saudí, líder de la rama suní del islam y rival de Irán, la gran potencia chií.
Y Francisco, que ha venido también a visitar a la pequeña comunidad católica, de unos 80 mil fieles, instó a que “la libertad religiosa sea plena y no se limite a la libertad de culto; para que la misma dignidad y la igualdad de oportunidades sean reconocidas concretamente a cada grupo y a cada persona; para que no haya discriminaciones y los derechos humanos fundamentales no sean violados, sino promovidos”.
Pero además, aunque sin citar expresamente la pena de muerte, que existe en Baréin, Francisco se refirió a la necesidad de defender el derecho a la vida, en la necesidad de garantizarlo siempre, también en relación con los que son castigados, cuya existencia no puede ser eliminada”.
Varias ONG, incluida Human Rights Watch, instaron el 1 de noviembre a que Francisco pidiese en Baréin que “prohíba las torturas y malos tratos”, libere a todos los presos por su opinión, ideología o oposición política, conmute las penas de muerte contra opositores y prohíba la pena capital”.
Con información de EFE