* La administración estatal realiza limpieza de ríos para eliminar criaderos y efectúa la búsqueda permanente de casos sospechosos
Colima se mantiene desde hace veinte años (2002) sin casos autóctonos de paludismo o malaria, con limpieza en ríos para eliminar criaderos del mosco Anopheles, así como búsqueda permanente de casos sospechosos, señaló la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado de Colima. En el Día Mundial del Paludismo en las Américas -6 de noviembre-, la Coordinación de Vectores refirió que en 2017 se detectó un caso importado que no se contabilizó, pues venía de otro país y no infectó a nadie en la entidad.
Indicó que el paludismo aún representa riesgo a la salud pública en algunas zonas de la República Mexicana, de ahí que es necesario identificar plenamente los insectos vectores, en este caso los moscos del género Anopheles y conocer a fondo su ciclo de vida y las estrategias disponibles para su control.
Dijo que la prevención se centra en la reducción de la transmisión de la enfermedad mediante el control del mosquito vector del paludismo, para lo cual hay dos intervenciones principales: el uso de mosquiteros tratados con insecticidas de acción prolongada y la fumigación de interiores con insecticidas de acción residual, que se complementan con la reducción de aguas estancadas donde se crían los mosquitos.
En la entidad se ha detectado el mosco Anopheles en Colima y Villa de Álvarez, por lo que se realizan acciones de limpieza de ríos para eliminar los criaderos, ya que cada año se encuentran en estos lugares. Asimismo, indicó que se mantiene la vigilancia epidemiológica, mediante la búsqueda permanente de casos sospechosos con la toma de gota gruesa, para determinar si hay una infección por paludismo.
Vectores dio a conocer que en México hay casos de paludismo este año por Plasmodium vivax -uno de los parásitos causantes de la más frecuentes y extensamente distribuida forma de malaria benigna- en Campeche, Chiapas, Chihuahua, Sinaloa y Tabasco, aunque otros años se han registrado también en Durango, Jalisco, Oaxaca, Quintana Roo, Nayarit y Sonora.
En las Américas hubo 568 mil casos de paludismo y cerca de 220 muertes en el 2016 y aproximadamente la mitad de la población mundial corre el riesgo de contraer el paludismo al vivir en áreas de riesgo.