*La discapacidad permite aprender algo distinto, explorar habilidades, competencias personales y académicas que no se han requerido, pues la matrícula académica o estudiantil no ha exigido mover los estándares de trabajo: Fabiola Soto.
Con el fin de continuar el proceso de sensibilización, de nutrir la práctica docente y generar un vínculo en la atención a la discapacidad en los planteles, Fabiola Soto Estrada, responsable del área de Atención a la Discapacidad del Centro Universitario para el Bienestar Integral (CUBI) impartió el curso-taller: “La inclusión de personas con discapacidad: barreras y oportunidades”, en el marco de las Jornadas Académicas 2023 de la Universidad de Colima.
En entrevista, Fabiola Soto dijo que es importante seguir con este proceso en la comunidad docente, ya que este personal está al frente de las necesidades de estudiantes: “A veces los profesores entran en conflicto sobre cómo atenderlos e identificarlos y qué condición pudiesen tener y que el estudiante no hubiera reportado tal vez por vergüenza”.
La atención a la discapacidad, continuó, “se ve mermada por el temor, por la angustia, por el desconocimiento o la negación de que algo nos puede comprometer, o se considera que es una actividad adicional o un trabajo que suma a la carga que ya tengo como docente”.
Indicó que la discapacidad permite aprender algo distinto, explorar habilidades, competencias personales y académicas que no se han requerido, pues la matrícula académica o estudiantil no ha exigido mover los estándares de trabajo.
Agregó que una de las oportunidades que tienen los docentes “es el crecimiento, la capacitación y actualización de procesos educativos”. En este sentido, añadió, “si un proceso funciona en estudiantes con discapacidad y sin ella, el docente no tendría por qué trabajar distinto, sólo tendría que hacer algo que nutra el trabajo de todos y lograr que las y los primeros sean autosuficientes en su aprendizaje”.
Cabe destacar que este taller abarcó la discapacidad física, motriz, sensorial, intelectual y mental: “Nos centramos más en la sensorial, física y motriz para percibir lo más visible y dar pie para, más adelante, profundizar en las otras, como la intelectual o mental, a través de un experto en el área de salud mental”.
Por último, dijo que el proceso de atención a la discapacidad ha sido inherente al de formación de estudiantes: “Las exigencias a nivel internacional hacen que como sociedad e institución lo hagamos más visible, o sea, que hagamos más eco de lo que se realiza, que identifiquemos a más docentes comprometidos con el aprendizaje de nuevas estrategias y que hagamos visible la participación del estudiante”.