Alondra Escudero, de la Universidad Autónoma del Estado de México, impartió videoconferencia a jóvenes de la UdeC.
En el marco del Programa Institucional de Charlas Divulgativas Red Global MX Capítulo España-Universidad de Colima, se impartió la videoconferencia: “El silencio de los genes: impacto en la respuesta terapéutica de células de cáncer”, a cargo de Alondra Escudero Castellanos, investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México, a estudiantes y profesores de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Alondra Escudero explicó, al principio, cómo funciona la terapia radioactiva. Con ella, dijo, un fármaco cargado con un compuesto radiactivo accede a las células cancerosas a través de unos receptores específicos que no tienen las células sanas, para destruirlas.
Para tratar un cáncer, agregó, es importante aplicar terapias combinadas; esto es, que incluyan compuestos radiactivos, material genético y fármacos para quimioterapia: “Una terapia sencilla ya no funciona, hay una resistencia de las células cancerosas”, enfatizó.
En cuanto a los biofármacos, comentó que son aquellos cuyo principio activo es de naturaleza biológica y que actualmente se producen mediante biotecnología. En este tipo de fármacos, detalló, “se utiliza información genética, así como tecnologías especiales para que las células actúen como fábricas de sustancias para luego convertirlas en medicamentos; pueden ser proteínas recombinantes, anticuerpos monoclonales, vectores de material genético, fragmentos de anticuerpos, oligonucleótidos, vacunas y otras similares”.
Los métodos biotecnológicos, precisó, permiten determinar las causas moleculares de la enfermedad y desarrollar nuevas técnicas de diagnóstico y medicamentos innovadores (biofármacos / proteínas terapéuticas) dirigidos contra blancos moleculares específicos: “A partir de la investigación de los procesos moleculares causantes de la enfermedad, ha sido posible encontrar este tipo de soluciones”.
Además, comentó que en las últimas décadas, el uso de la biotecnología médica ha permitido importantes avances en las áreas terapéutica y de diagnóstico, con fármacos diseñados para tratar enfermedades según cada paciente, lo que se llama medicina personalizada.
Por último, mencionó que se ha logrado identificar, por ejemplo, a subgrupos de pacientes que, a pesar de presentar la misma patología, requieren tratamientos distintos debido a su constitución genética. También se logró ajustar la duración del tratamiento y el momento oportuno de la administración del medicamento según el individuo.