Importante, implementar el humanismo digital en la educación: Luis Arriaga

Para el rector de la Ibero CDMX, la opción ante la ola de la IA es: “o nos metemos a esto o no vamos a sobrevivir, ya que vivimos en una era de transformación tecnológica acelerada donde la Inteligencia Artificial ha alcanzado niveles asombrosos de capacidad y eficiencia”.

 

En el marco de las Jornadas Académicas 2024 de la Universidad de Colima, Luis Arriaga Valenzuela, rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, destacó la importancia de implementar el llamado ‘humanismo digital’ en los planes de estudio de las universidades, ante la presencia cada vez mayor de la Inteligencia Artificial (IA) en los procesos formativos.

 

Su conferencia, realizada este jueves de manera virtual y que atendieron más de 250 docentes de la UdeC, se tituló “Ética e Inteligencia Artificial”.

 

En su charla advirtió sobre los retos de incluir la IA como herramienta educativa sin considerar los problemas éticos que esto conlleva, que van desde el plagio hasta trabajos de clase elaborados exclusivamente por este tipo de inteligencia.

 

La bienvenida estuvo a cargo del rector de la UdeC, Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, quien explicó que las Jornadas Académicas “son una propuesta de capacitación para nuestros docentes en los periodos intersemestrales”.

 

En esta ocasión, destacó Christian Torres Ortiz, “tenemos como invitados especiales a investigadores de la UNAM, de la Universidad Autónoma de Chihuahua, de la UdeG y de Argentina”.

 

Para Luis Arriaga, la opción ante la ola de la IA es: “o nos metemos a esto o no vamos a sobrevivir, ya que vivimos en una era de transformación tecnológica acelerada en donde la Inteligencia Artificial ha alcanzado niveles asombrosos de capacidad y eficiencia. Pero esta revolución tecnológica nos plantea interrogantes éticos que no podemos pasar por alto como docentes”.

 

La ventaja, por ahora, es que la IA sigue siendo una herramienta que depende de las instrucciones y la creatividad del ser humano; “finalmente, uno programa la inteligencia artificial como uno quiere. La creatividad, empatía, la complejidad de nuestras emociones nos definen de manera tal, que la IA aún está lejos de entender esto por completo, razón por la cual las humanidades nos aportan un gran contenido a esta reflexión”.

 

Respecto al concepto de humanismo digital, surgido a mediados del siglo pasado, dijo que “propone un equilibrio tecnológico que preserve la libertad de la persona humana, promueva la paz y armonice con la naturaleza”.

 

En ese sentido, agregó, “la tecnología digital debe alinearse con los objetivos y criterios humanos para avanzar a una comprensión más holística de los problemas de la humanidad; “es importante que la interdisciplinariedad y la educación, mediante sus planes de estudio, acerquen la ética tecnológica a todos sus estudiantes”.

 

Otro componente central en el humanismo digital, explicó el rector de la Ibero, se refiere a la comunidad; “si bien la IA puede crear comunidad, también la puede fragmentar”. Uno más es el componente político, “que hace énfasis en los aspectos sistémicos y que reclama reformas públicas”.

 

Al hablar sobre los desafíos para las universidades, el ponente aseguró que, “por un lado, debemos proporcionar herramientas y conocimientos para que las y los estudiantes se desarrollen en entornos tecnológicos complejos; por el otro, debemos cultivar la sensibilidad para detectar aquellos momentos en que una dependencia excesiva de la tecnología puede ser perjudicial”.

 

Para este reto, clarificó, las universidades pueden aprovechar la gran diversidad de disciplinas que desarrollan; “eso nos permite una comprensión más amplia de los desafíos planteados por la inteligencia artificial al fomentar soluciones creativas, dado que las universidades son un espacio único donde la duda puede florecer, donde se cuestionan todos estos aspectos, ya que su vocación es dialogante y plural, inter y transdisciplinaria, lo que las convierte en plataformas idóneas para la creación de puentes de cooperación creativos y beneficiosos para nuestra sociedad”.

 

“Por ello, pensamos que es crucial que las instituciones educativas mantengan su autonomía; así, quienes forman parte de la comunidad académica pueden cuestionar a quienes controlan y desarrollan las tecnologías, para que lo hagan desde esta mirada social”, agregó.

 

A manera de conclusión, señaló que, como todas las tecnologías, los recursos digitales siempre están conectadas con lo humano de diferentes maneras, por tanto, la solución a los problemas planteados no consiste en separar conceptual y políticamente a los seres humanos de las máquinas, sino más bien es crear otro tipo de conexión.

 

“Lo que buscamos -resaltó- es una mejor conexión entre los humanos y la tecnología, ya que ésta es una herramienta que los seres humanos deben utilizar para transformar su entorno y mejorar su calidad de vida”.

 

Para cerrar, recomendó que las universidades “deben proporcionar a los estudiantes herramientas prácticas para abordar dilemas éticos en el diseño y la implementación de las tecnologías”.