*Hay una eficiencia del 97% en la cloración del agua, por encima de la media nacional del 90%
La Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado, a través de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris), lleva a cabo un monitoreo sistemático de determinaciones de cloro residual presente en el agua de abasto público, que llega a las viviendas y demás establecimientos a fin de prevenir la contaminación del vital líquido y, por tanto, evitar enfermedades en la población.
La Coespris explica que con las verificaciones sanitarias que realiza en las fuentes de abastecimiento del agua se vigila la cloración del agua que realizan los organismos operadores del agua en los municipios para garantizar que la concentración de cloro sea tal que quede un cloro residual que permita hacer frente a una posible contaminación de la misma.
Sin embargo, el agua se puede contaminar en las tuberías de distribución y en las internas en casas, esencialmente en los depósitos de agua (tinacos o cisternas), cuando éstos se encuentran destapados.
Si lo anterior sucede, el material que se encuentra en el fondo del tinaco empieza a reaccionar con el cloro que lleva el agua, de tal manera que cuando se abre la llave, el agua no es de calidad porque ya no lleva cloro.
Por ello, se recomienda limpiar los depósitos de agua cada seis meses, y si se va a tomar, es recomendable hervirla o si se va a desinfectar, usar dos gotas de cloro por cada litro de agua y dejarla reposar media hora, depositándola en recipientes pequeños limpios con tapa.
De esta manera, se evita la transmisión de enfermedades de origen hídrico como cólera, fiebre tifoidea, amibiasis y otros padecimientos diarreicos.
De acuerdo a la evaluación de la infraestructura física y los dosificadores de cloro que se realiza en las verificaciones sanitarias, de enero a abril de este año, hay una eficiencia en la cloración del agua del 97%, por encima de la media nacional que es de 90%.