Voces
Por Jesús Murguía Rubio
Prepotencia frustrada
EN SUCHITLAN ESTE DOMINGO SEIS POLICIAS PRETENDIAN ENTRAR A RESTAURANTE LLENO DE FAMILIAS A DETENER UNA PERSONA… De no creerse lo sucedido este domingo al filo del mediodía, cuando saliendo del restaurante Portales de Suchitlan, en el municipio de Comala, me llamó la atención una discusión que protagonizaban personas vestidas con uniforme con letras desgastadas que decía policías municipales, sin gafete, insignias o algún tipo de identificación, que asegurara se trataba de agentes del orden genuinos, con quien decía era propietario del establecimiento de alimentos, todo porque uno de los agentes, que parecía estaba al mando, le señalaba que entraría al lugar, con los presuntos policías armados a buscar a una persona, situación por la cual el responsable del restaurante Los Portales de Comala, se negaba rotundamente, argumentando que el lugar estaba atestado de clientes y causarían no solo temor sino mayor alarma su ingreso, además sin mostrarle una orden de alguna autoridad competente para realizar la acción. Para buena fortuna del propietario, la persona que buscan los policías municipales salió del establecimiento, acompañado de su esposa e hija, preguntando a los policías municipales que se ofrecía, explicando quien parecía estaba al mando de las personas vestidas con uniformes de policía, que un taxista de la unidad 2 del sitio en Colima Los Trabajadores, les pidió le detuvieran porque le había agredido verbal y físicamente, situación por la cual le llevarían ante la autoridad para que aclarara su situación. Luego de intercambio de palabras entre la persona que se decía agredida y quien salió del restaurante, se supo por la familia que el taxista pedía una cantidad de dinero por supuesta agresión física y el día perdido por seguirlo hasta Suchitlan, a lo cual el presupuesto inculpado fue llevado, sin haberle mostrado alguna orden de presentación oficial, hasta la oficina de Seguridad en Comala a fin de resolver el entredicho del incidente, pasando primero por el ministerio público, donde la abogada tras escuchar las versiones de ambos involucrados, no encontró elementos para procesar una queja o denuncia, no obstante la insistencia del taxista de que había sido agredido, generó que le llevaran ante el médico del Centro de Salud en Comala, para que fuera revisado, que a decir del involucrado, no encontraron daños corporales, por lo cual, la persona señalada como agresor, buscando resolver el problema acordó entregarle una cantidad de dinero por las más de dos horas perdidas del taxista y dar por terminado el asunto. La moraleja de la historia que nos pareció absurda, ilógica pero cotidiana, fue que si encuentras un taxista, te diga o haga lo que mejor sabe hacer en cuanto a conducirse fuera de toda norma de urbanidad, decencia y buen manejo, ni lo intentes de querer responder con alguna situación que se acerque a lo agresivo, porque siempre ganara, una vez que pareciera vivimos en un estado de derecho y las leyes vigentes, son aplicables en muchos, no para este gremio. Por otra parte, vaya un saludo a nuestras autoridades de seguridad en la entidad, sobre todo para los encargados de las policías municipales, para que insistan en capacitar a sus elementos a fin que no hagan ese tipo de panchos, como querer introducirse armados y como si fueran autoridad, a una establecimiento repleto de familias, solo mencionando lo que alguna de las personas me dijo, que de no haber salido el “buscado” y hubieran entrado los presuntos policías municipales al restaurante como estaban por hacerlo, pasando sin permiso del propietario y solamente asegurándole que se pueden meter a donde quiera y más si es un lugar público, si lo hubieran hecho y por coincidencia al interior del lugar hubiera una persona armada que al verlos creyera iban tras de él y se desatara una balacera, amen lo que estaríamos relatando. Además, por favor, dótenlos de un gafete, placa o credencial para evitar desconfianzas, porque como están las cosas en estos momentos, vale más traigan identificación. Será.