Concierto navideño de los Niños Cantores La unidad sólo es próspera cuando existe comunión de intereses: Rector

 

 

*En su mensaje, el rector dijo que este año era relevante porque cerraba un primer ciclo de trabajo intenso al frente de la rectoría, “cuatro años en los que hemos corroborado que cuando los universitarios se congregan en torno a un proyecto común nada puede detenerlos.

 

Con la canción “Caminito de Belén”, de Julián Zúñiga, los Niños Cantores de la Universidad de Colima iniciaron el tradicional Concierto de Navidad que cada año se realiza junto al nacimiento instalado afuera del edificio de rectoría, y al que asisten los trabajadores y funcionarios universitarios acompañados por su familia.

 

Los niños llegaron al escenario como si vinieran caminando desde la Facultad de Trabajo Social guiados por su maestro Gabriel Frausto López. Una vez acomodados bajo el arco de entrada a Rectoría, continuaron el concierto con la pieza “Adeste fideles” (Vengan, fieles), atribuida a J. F. Wade. Tras ésta vinieron “Duerme, no llores”, de J. G. Velázquez; “Veni, Emmanuel”, de J. M. Neale; “Cántico de Navidad”, de A. Adams y “Espléndida noche”, de R, Pérez, entre otras.

 

Los asistentes, encabezados por el rector José Eduardo Hernández Nava y su esposa Alicia López de Hernández, participaron en el concierto pidiendo posada y también con “Noche de Paz”, de F. Grüber.

 

En su mensaje, el rector dijo que este año era relevante porque cerraba un primer ciclo de trabajo intenso al frente de la rectoría, “cuatro años en los que hemos corroborado que cuando los universitarios se congregan en torno a un proyecto común nada puede detenerlos, porque la unidad sólo es próspera cuando existe comunión”.

 

El nacimiento, dijo también, “simboliza las tradiciones navideñas y lo que ellas implican: la unidad, la paz, la concordia, la felicidad y la esperanza”.

 

Hernández Nava felicitó a los Niños Cantores por sus logros, como su reciente participación en la apertura de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, en la Ciudad de México y dijo que no había “una mejor forma de celebrar y pedir por la paz en el mundo que con una de las expresiones más altas de la humanidad: la música”.

 

Recordó que el proyecto que encabeza se basa en la responsabilidad social “porque brindar ayuda como acto de generosidad significa dejar de lado egoísmos sustentados en proyectos personales para trabajar en conjunto con otros por un proyecto colectivo”.

 

Comentó, por último, que le daba gusto ver a todos los universitarios reunidos esa noche, “porque eso significa que caminamos lado a lado hacia un fin común. Porque la unidad, sustentada en el respeto, el diálogo, la tolerancia, el conocimiento y la ética, como he dicho, es la mayor fortaleza de los universitarios; ahí reside su fuerza moral y su sustento como conciencia crítica”.

 

Una vez terminado el concierto, el rector entregó regalos a los Niños Cantores, que iban vestidos de pastorcillos rangelianos, y se tomó varias fotos con ellos.

 

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