Reprueba la ANPRAC estigmatización de la industria refresquera; llama a un diálogo respetuoso y constructivo

· Las declaraciones de Hugo López-Gatell representan un trato inequitativo hacia el
sector, satanizan una actividad estratégica para la economía y un producto que está en
la preferencia de millones de mexicanos.
· La obesidad es un problema multifactorial cuyas causas van más allá de las calorías
ingeridas e involucran también falta de actividad física y el entorno social.
· ANPRAC mantiene la mayor disposición de continuar un diálogo respetuoso, transparente
y constructivo con el sector público, privado y social en favor de un Estado de bienestar.

Ciudad de México, a 19 de julio de 2020. La Asociación Nacional de Productores de Refrescos
y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) expresa su más enérgica protesta por las lamentables
declaraciones del Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell,
quien calificó a nuestros productos como “veneno embotellado”.
Mediante un posicionamiento difundido este domingo, la Asociación considera inaudito que un
funcionario público federal, con la gran responsabilidad de ser el promotor de la salud en nuestro
país, estigmatice a una industria que cumple a cabalidad con todas las normas y regulaciones
en México.
Las aseveraciones del doctor López-Gatell representan un trato inequitativo hacia el sector,
satanizan una actividad estratégica para la economía y un producto que está en la preferencia
de millones de mexicanos; incluso podrían configurar violaciones a derechos constitucionales y
tratados internacionales.
Sugieren, además, la necesidad de encontrar un enemigo público a quien responsabilizar ante
la crisis sanitaria que enfrenta el país por la pandemia de Covid-19, que ha costado la vida hasta
ahora a más de 39,000 mexicanos.
Un calificativo como el que utilizó el subsecretario López-Gatell evidencia una animadversión
personal contra la industria, basada en prejuicios e información imprecisa, y representa un
peligroso sesgo ideológico que pone en riesgo a sectores productivos estratégicos que resultan
vulnerados en su credibilidad.
Abordarlas problemáticas que han agravado el manejo de la pandemia en nuestro país bajo una
visión simplista de un problema complejo y multifactorial, puede funcionar para las tribunas,
pero no resolverá los retos que tenemos como sociedad.
En los últimos meses dicho funcionario ha señalado injustamente a la industria refresquera como
la causa de la epidemia de obesidad y sobrepeso que aqueja a nuestro país. Sus declaraciones
buscan posicionar al sector como un enemigo de la población y encontrar un culpable por el
alto riesgo al que ésta está expuesta ante la pandemia por Covid-19.

No obstante, recuerda la ANPRAC, la evidencia científica disponible indica que la obesidad es
un problema multifactorial cuyas causas van más allá de las calorías ingeridas e involucran no
sólo los hábitos alimenticios, sino también falta de actividad física y el entorno social.
Además, resalta que de acuerdo con información de la FAO, el consumo promedio diario de
calorías de un adulto en México es de 3,260 y las bebidas azucaradas representan sólo el 5.8%
de la ingesta calórica diaria, mientras que 70.2% de las calorías consumidas provienen de
alimentos no envasados que han pasado por un mínimo o nulo procesamiento y por lo tanto, no
son sujetos de ninguna norma regulatoria.
La Asociación representa a una industria conformada orgullosamente por embotelladores
mexicanos, ejemplo a nivel mundial por su visión centrada en las personas a través de estándares
operativos y compromisos de dimensión social, en cumplimiento de las normas y leyes que
regulan nuestra actividad.
Por ello, la ANPRAC se pronuncia por una solución integral a la obesidad, basada en criterios
científicos, que ataque todas las causas del problema y que no se base en ideologías y/o fobias
personales.
En reiteradas ocasiones ha manifestado su respaldo al llamado de unidad del Presidente de
México, Andrés Manuel López Obrador, para colaborar y trabajar en conjunto con el gobierno en
políticas que busquen transformar de forma integral e interdisciplinaria, la alimentación para el
bienestar de las familias mexicanas.
La industria de bebidas embotelladas busca lo mejor para México y mantiene la mejor disposición
de continuar un diálogo abierto, transparente, constructivo, pero sobre todo respetuoso con el
sector público, privado y social en favor de un Estado de bienestar.

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