Una vez más, el odio, la misoginia y la cobardía irrumpen en nuestro estado, el feminicidio se abre paso para recordarnos que ya no podemos ser indolentes ante la violencia que apaga las vidas de las colimenses: las madres, las hermanas, las hijas. María Herlinda Zambrano Andrés, originaria de Suchitlán, Comala fue asesinada con arma blanca por su ex pareja -ahora cautivo-, este fin de semana.
En momentos así pareciera que la esperanza abandona… pero las mujeres debemos ser más fuertes, no desistir, por María, por Anel, y por todas las que nos faltan.
Tristemente, Colima ocupa el primer lugar nacional en incidencia de feminicidios por cada 100 mil habitantes. La cifra de 1.52 mujeres asesinadas por motivos de género nos ubica en un sitio poco honroso en el que queda claro que la vida y la integridad de las mujeres es poco respetada.
Por ello, me permito exhortar a la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía Especializada en Violencia de Género a que realicen las diligencias correspondientes, con una debida integración del proceso y se reúnan todas las evidencias posibles para evitar la impunidad en este caso y en el de tantas otras colimenses a quienes aún no se les hace justicia todavía.
El combate a la impunidad es clave para evitar que más feminicidios se presenten, pues en un gran porcentaje de casos, las víctimas han sido receptoras de violencia grave y sostenida a lo largo de sus relaciones. El propio caso de María lo confirma.
Pero esta circunstancia, debe servirnos también, para hacer un llamado al Centro de Justicia para la Mujer, a la Fiscalía Especializada en Violencia de Género y al Instituto Colimense de la Mujer para que atiendan de manera puntual todas las denuncias que tengan en materia de violencia contra las mujeres. Una actuación puntual y a tiempo. Podría significar salvar una o varias vidas de mujeres.
En Colima, gracias a las reformas que aprobó el Congreso del Estado al Código Penal a propuesta de su servidora, la pena por el delito de feminicidio oscila entre los cuarenta y sesenta años de cárcel, desde hace un año.
La Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) fue puesta en marcha hacia el año 2015 en nuestro país y en junio de 2017 en algunos municipios del Estado de Colima con el objetivo de prevenir, atender y hacer justicia en los casos de violencia contra las mujeres. Sin embargo, la violencia feminicida ha ido en aumento, y eso que el Gobierno del Estado ha contado con recursos federales y estatales para ello.
Ejemplo de ello, es la gestión de más de 5 millones de pesos que en la Comisión de Igualdad de Género del Congreso Local de Colima logramos conseguir, con el objetivo de crear un segundo Centro de Justicia para las Mujeres. Recurso que continúa secuestrado en las arcas del gobierno estatal, sin ejercerse, lo que confirma la poca voluntad que existe por proteger a las mujeres en Colima.
Es evidente que algo se está haciendo mal y quienes tenemos un nivel de responsabilidad debemos adentrarnos en un nuevo análisis que permita sentar las bases de las políticas a favor de las mujeres, mediante el estudio de los paradigmas sociales, culturales y económicos de la entidad.
Este acontecimiento no sólo debe indignarnos, nos obliga a la acción inmediata y al establecimiento de acciones más oportunas y eficientes para evitar la violencia de género y los feminicidios en el estado de Colima.