La amenaza más grave de las enfermedades diarreicas es la deshidratación, la cual es prevenible y tratable, de acuerdo con la doctora Clara Luz Morones Moreno, jefa del Departamento Clínico de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 19 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Colima.
Explicó que la diarrea es la evacuación de heces sueltas o líquidas más de tres veces al día, que se acompaña de síntomas como diarrea, fiebre, dolor de cabeza, náuseas, vómito y dolor abdominal.
Refirió que las principales causas de estas enfermedades son las condiciones de higiene personal deficiente, alimentos elaborados o almacenados en condiciones antihigiénicas, almacenamiento y manipulación del agua doméstica en condiciones carentes de seguridad, así como pescados y mariscos de aguas contaminadas.
La especialista del IMSS mencionó que las enfermedades diarreicas se clasifican en tres tipos: acuosa aguda, que dura varias horas o días; con sangre aguda, también llamada diarrea disentérica o disentería; y persistente, que dura 14 días o más.
Su tratamiento se basa en la rehidratación con solución salina; la Solución de Rehidratación Oral (SRO) es una mezcla de agua limpia, sal y azúcar, que se absorbe en el intestino delgado y repone el agua y los electrolitos perdidos en las heces.
Además, los complementos de zinc reducen un 25 por ciento la duración de los episodios de diarrea y se asocian con una reducción del 30 por ciento del volumen de las heces.
Para prevenir este tipo de enfermedades y sus consecuencias, Morones Moreno recomendó lavar frutas y verduras, tomar precauciones al viajar a lugares donde es más común la presencia de casos relacionados, además de desinfectar el agua, ya sea hervirla de uno a tres minutos, enfriarla a temperatura ambiente y clorarla o yodarla.
En cuanto a la dieta, sugirió fraccionar los alimentos en pequeñas cantidades varias veces al día; si se está en periodo de lactancia, no suspenderla; y evitar alimentos con lactosa (leche, queso, crema, entre otros), al igual que la cafeína.
Morones Moreno indicó que la atención oportuna evita complicaciones, entre ellas la deshidratación, daño secundario a órganos como riñones e intestino, perforación intestinal, entre otros, además asegura una recuperación rápida.
Finalmente, recalcó que es importante que las personas que están al cuidado de bebés, niñas y niños, o adultos mayores, sean capaces de reconocer los signos de deshidratación.
Éstos son: irritabilidad, sed, llanto sin lágrimas, disminución en la frecuencia o volumen de orina o ausencia de la misma, piel caliente y alteraciones del estado de conciencia; de presentarse, deben acudir de inmediato a recibir atención médica.