- Muestra los resultados obtenidos por los alumnos mexicanos de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias en esa prueba, aplicada en 2018.
- Mejoredu señala la necesidad de replantear la evaluación estandarizada y construir una nueva perspectiva contextualizada y participativa de la evaluación diagnóstica, formativa e integral.
- La comisión presenta cinco acciones estratégicas para contribuir a mejorar el aprendizaje.
- El informe puede consultarse en www.gob.mx/mejoredu
En cumplimiento del compromiso de publicación establecido con anterioridad a su surgimiento, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) dio a conocer el informe “Repensar la evaluación para la mejora educativa. Resultados de México en PISA 2018”, en el que se muestra que los alumnos mexicanos obtuvieron puntajes bajos en lectura, matemáticas y ciencias.
En esa edición de PISA, el estudiantado mexicano obtuvo un promedio de 420 puntos, resultado que está 63 puntos por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En el documento se destaca que ante los grandes desafíos que se presentan en el Sistema Educativo Nacional (SEN), el actual gobierno de México ha planteado un conjunto de reformas de gran calado que han colocado al centro de las prioridades nacionales el derecho a una educación integral, equitativa y de excelencia para todos los habitantes del país.
En este punto, y considerando que toda política para mejorar los aprendizajes debe priorizar la equidad y articular sus esfuerzos con otras políticas sociales que permitan abatir las barreras de acceso y permanencia, Mejoredu propone cinco acciones estratégicas:
1) Gestión ágil de las autoridades, a fin de asegurar los recursos necesarios para acelerar el crecimiento de la cobertura y las condiciones apropiadas para ejercer los derechos a y en la educación, 2) Atención y mejora del contexto de la escuela, para mejorar las condiciones de bienestar de las y los estudiantes y sus familias; 3) Articulación de la comunidad escolar, a fin de garantizar el correcto funcionamiento de los servicios educativos y evitar situaciones de violencia; 4) Involucramiento positivo de la familia, para favorecer la satisfacción, apoyo y compromiso de las y los estudiantes con una formación integral, y 5) Participación de los estudiantes, con el propósito de aumentar su interés, entusiasmo y confianza en las oportunidades que brinda la educación.
En el reporte, la comisión manifiesta oportuno dar a conocer los resultados de México por ser un compromiso establecido antes de su creación derivada de la reforma constitucional de 2019 y, si bien considera que este tipo de información es valiosa, busca replantear el sentido de la evaluación estandarizada y reemplazarla por una evaluación diagnóstica, formativa e integral que subraye su carácter contextualizado y participativo para convertirla en una herramienta útil para la mejora continua de los actores, los procesos y las instituciones del SEN, como lo establece la normativa en la materia.
Por esta razón Mejoredu destaca que los resultados de PISA deben ser analizados desde otros enfoques para presentar alternativas de solución a los rezagos que existen en el SEN y, desde esa óptica, repensar la evaluación en el nuevo horizonte de mejora educativa establecido en México.
La comisión también señala que en el actual contexto, cuando la pandemia nos ha enfrentado a nuevos retos en educación, los resultados de este estudio pueden servir como un referente en la reflexión de los cambios educativos necesarios en las nuevas circunstancias.
Subraya que, para mejorar la calidad de los aprendizajes del SEN en su conjunto, es indispensable optimizar la atención a los grupos en mayor rezago, y que es claro que se trata de uno de los grandes retos que tanto la política educativa como la evaluación deberán enfrentar en los próximos años para lograr una verdadera mejora.
El informe publicado consta de tres capítulos ―1) “Características de la evaluación PISA 2018”; 2) “El desempeño de las y los estudiantes”, y 3) “Factores asociados con el aprendizaje”― y un apartado de conclusiones.
En el primer capítulo se informa que México participó con una muestra, con representación nacional, de 7 mil 299 estudiantes de 15 años, y que en 2018 PISA se enfocó en la competencia lectora, por lo que se proporciona más información de este aspecto que sobre matemáticas y ciencias, los otros dos dominios analizados.
Señala que la muestra de México estuvo compuesta por 88% de escuelas del sector público y 12% del privado, y que de las y los estudiantes 52% representaba a mujeres y 48%, a hombres. Destaca que en 2018 participaron en PISA 79 países y economías, y los resultados representan a casi 32 millones de estudiantes.
En el capítulo 2, “El desempeño de las y los estudiantes”, se comunica que el puntaje promedio de México fue bajo en las tres áreas que PISA evalúa: 420 en lectura, 419 en matemáticas y 409 en ciencias, mientras que los promedios de los países miembros de la OCDE fueron 487, 489 y 489, respectivamente.
Reporta que en lectura 44.7% de las personas evaluadas se ubicó por debajo del nivel 2, el mínimo esperado; en matemáticas 56.2%; y en ciencias 46.8%. Esto indica que, del total, 35% no alcanzó el nivel mínimo de competencia en ninguna de las áreas analizadas y que solo 1% se ubicó en un nivel alto de desempeño en alguna de ellas, lo que contrasta con los respectivos 13 y 16 puntos porcentuales que en promedio obtuvieron los países de la OCDE.
El estudio menciona que, aunque modestas, México ha tenido mejoras durante los últimos quince años: en el caso de PISA, entre 2003 y 2018 se observa un cambio positivo en lectura y matemáticas de veinte y veinticuatro puntos, respectivamente.
El documento revela que en México las mujeres obtienen en lectura 11 puntos más que los hombres, quienes alcanzan 12 puntos más en matemáticas y 9 puntos más en ciencias que las mujeres.
Subraya que en México las disparidades socioeconómicas son de tal magnitud que menos de 1 de cada 10 estudiantes en desventaja muestra alto rendimiento, mientras que 99 de cada 100 estudiantes aventajados de alto rendimiento están seguros de concluir sus estudios superiores.
Finalmente, resalta que el nivel de acoso escolar en México es igual a la media de los países de la OCDE, pues 23% de estudiantes informó haber sido acosado al menos algunas veces al mes.