“Alebrije”| El escape del Rock en los 90’s

El rock y los 90´s, dos palabras que difícilmente pueden separarse, la primera representa un género musical, un estilo de vida y una también, una forma de protesta de la juventud. La segunda para mí, estimado lector representa solamente una década que no viví y solamente recurro a imaginarla o a leer sobre ella.

Cuando hablo del rock como una forma de protesta de la juventud me gustaría rememorar el 19 de febrero de 1995 en la delegación Venustiano Carranza de la Ciudad de México donde se llevó a cabo un concierto gratuito de Caifanes organizado por Grupo Radio Centro donde un conjunto de situaciones como la precariedad del estilo de vida en el país, la falta de oportunidades e incluso el movimiento zapatista se hizo presente en una serie de manifestaciones previas en un partido Pumas-Morelia y por supuesto en el concierto que les menciono.

Ubiquémonos en un año donde recientemente se había vivido la crisis del 94 que seguro si tú que me lees eres mayor de 30 años, seguro recordarás ese lapso de tiempo. Como era de esperarse el desempleo aún continuaba latente por lo que acceder a un concierto de cualquier tipo era un lujo que los jóvenes no podían darse, por ello se esperaba que la banda de moda garantizara un lleno total en la explanada.

Sin embargo las cosas se salieron de control.

El concierto programado para el medio día, inició una hora antes debido al tiempo que llevaba la multitud esperando, hasta este punto se calcula una asistencia de 40 mil personas. Al salir la banda iniciaron el show con ¿Será por eso? Para después continuar con “Aquí no es así” y “Los dioses ocultos”.

“¿Por qué no puedo desgarrarme la piel, hasta lograr un vacío?
¿Por qué uno se retuerce entre rincones, mirando al cielo en busca de alguien?”

A medida que el concierto seguía la afluencia aumentaba y se interrumpió la circulación de vehículos, acto seguido aparecieron los bomberos con chorros de agua y comenzaron los desmayos e insolaciones.

Debido a los empujones una malla ciclónica cayó a algunos asistentes, además de que algunos aventaron botellas de cerveza y refresco descalabrando a cerca de 80 personas.

Ante esto Caifanes pedía calma, pero había todo menos eso.

Dos helicópteros de la Secretaría de Seguridad Pública sobrevolaron la zona y arribaron cerca de 200 granaderos.

El concierto terminó a las 12:30 siendo “Viento” la última canción que cantó la agrupación quien se despidió entre una lluvia de botellas de vidrio.

Como resultado se cancelaron múltiples conciertos al aire libre, entre ellos el de “Bronco” que se llevaría a cabo el próximo domingo.

En rueda de prensa, se culpó de esto a jóvenes de Iztapalapa, Ciudad Nezahualcóyotl y a Caifanes, por haber tocado poco tiempo.

Ahora en pandemia y con la cancelación de toda actividad que involucre contacto directo con otras personas este tipo de situaciones parecen lejanas.

Lo que sí, desde el inicio el rock fue tomado como un himno de protesta, una corriente que continúa viva y que lo más seguro es que siga aquí por algunas generaciones más.

-MVS

 

 

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