Calabaza de castilla, tan única como tradicional

 

Esta delicia es una de las especies de calabaza más importantes y diversas de las cultivadas en México, se caracteriza por tener una cáscara muy gruesa, pulpa carnosa de color anaranjado y pepitas en su interior.

La calabaza fue la primera planta cultivada en Mesoamérica y fue muy valorada en la época prehispánica por sus semillas o pepitas, ya que representan una buena fuente de proteínas y pueden conservarse por mucho tiempo sin echarse a perder.

Desde esa época, sus usos alimenticios se han mantenido en nuestro país, los brotes tiernos se comen como quelites, en sopas o guisos; sus flores se pueden hacer en sopas, quesadillas, cremas o rellenas. Los frutos tiernos se comen como verdura en guisos, caldos y sopas.

Pero su popularidad aumenta para Día de Muertos, pues se prepara la calabaza en tacha, o mejor conocido como dulce de calabaza, el cual se prepara con piloncillos, clavos, canela, guayabas y caña y se sirve para adornar y aromatizar cualquier ofrenda.

De esa pulpa con la cual se hace la calabaza en tacha, también pueden hacerse atoles, aguas frescas y repostería. Por su parte, las semillas se asan, cosen o hierven como botana, en guisos, tamales, dulces, como adorno y complemento en otras preparaciones

Además de su versatilidad gastronómica, la calabaza de castilla tiene un alto contenido nutricional, pues es rica en proteínas, ácidos grasos, omega 3, fibra, vitaminas A y C, hierro, potasio, magnesio y zinc.

Así que ya lo sabes, en esta época no dudes en consumir calabaza de castilla en cualquiera de sus presentaciones.

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