Estudio científico encuentra que temperaturas altas afectan fertilidad de ganado bovino

 

*Investigadores y estudiantes de la UdeC realizaron un proyecto de inseminación artificial en vacas Charoláis durante la primavera y el otoño, encontrando que el otoño es la época más propicia para la reproducción.

 

Investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), campus Tecomán, desarrollan el proyecto “Respuestas reproductivas de ganado bovino sometido a un programa de inseminación artificial a tiempo fijo en dos épocas del año”, en la Unidad de Producción Comercial dedicada a bovinos de carne ubicada el Lomas de Ávila Camacho, en Manzanillo.

 

Lo anterior fue dado a conocer por el director del plantel, César García Casillas, quien destacó la importancia de la vinculación entre la FMVZ y los productores de la región “para resolver y mejorar aspectos reproductivos en el ganado a través de la investigación científica aplicada”. En este sentido, uno de los objetivos planteados para este proyecto fue determinar el efecto que tiene la época otoño-primavera en la tasa de concepción de vacas Charoláis sometidas a un programa de inseminación artificial a tiempo fijo.

 

En entrevista, Augusto Hernández Rivera, responsable del proyecto, comentó que la FMVZ cuenta con un Laboratorio de Reproducción Animal (LARA) equipado para conocer y caracterizar el comportamiento reproductivo de pequeños y grandes rumiantes. Lo anterior, continuó, “permite implementar estrategias de manejo para reproducción en distintas épocas del año”.

 

LARA cuenta con un ultrasonido transrectal portátil de última generación que sirve para evaluar respuestas reproductivas, como son la tasa de ovulación, la concepción y la fertilidad, variables indispensables para establecer aspectos relacionados con el diagnóstico de gestación temprana, el desarrollo de estructuras ováricas y la detección de enfermedades reproductivas en tiempo real. El dispositivo ha sido utilizado por estudiantes de licenciatura y posgrado en prácticas de campo y experimentos.

 

En ese sentido, César García Casillas informó que en el presente estudio se usaron 48 vacas Charoláis para aplicar un protocolo con base en gonadotropinas, prostaglandinas y progesterona, todas ellas hormonas reproductivas que sirven para inducir la ovulación e inseminar artificialmente de manera simultánea. Para ello, los grupos de vacas fueron divididas en dos épocas del año: otoño y primavera.

 

“En los últimos años -explicó-, la producción de gases de efecto invernadero se han incrementado por el uso de combustibles fósiles que contribuye al calentamiento global; altas temperaturas se han registrado en zonas desérticas y tropicales, intensificándose en las épocas primavera-verano. Tradicionalmente, el clima en Manzanillo es tropical y, dada esta condición, es importante observar el comportamiento de la tasa de concepción de vacas Charoláis durante las épocas de otoño y primavera mediante el uso de biotecnologías reproductivas”, expuso.

 

Al retomar la palabra, Hernández Rivera indicó que se encontraron diferencias entre las variables climáticas de otoño y primavera, pues en temperatura ambiental se observaron 33 y 40°C, respectivamente; una humedad relativa por época de 88 y 98 por ciento, respectivamente, así como 82 y 88 unidades del Índice de Temperatura-Humedad (ITH).

 

Así pues, la tasa de concepción obtenida durante la época de otoño fue del 60 por ciento, mientras que en primavera fue del 36. Lo anterior coincide con el comportamiento de las variables climáticas en ambas épocas, encontrándose valores más altos durante la primavera.

 

“Lo anterior resulta muy factible de entender debido a que el metabolismo suele disminuir bajo temperaturas ambientales altas. De hecho, el centro de la saciedad, ubicado a nivel del hipotálamo, se afecta bajo condiciones de estrés calórico; es decir, los animales dejan de consumir alimento e incrementan el consumo de agua a partir de las 72 unidades de Índice de Temperatura-Humedad”.

 

Por lo tanto, destaco, “es posible pensar que pérdidas embrionarias comprometieron la tasa de concepción de vacas Charoláis durante la primavera en comparación con el otoño”.

 

Comentó que estos resultados, además, los utilizará Estela Pérez Larios, estudiante del décimo semestre y quien participó activamente en el desarrollo este proyecto, para la redacción de su tesis.

 

Finalmente, Augusto Hernández agradeció la participación de cinco estudiantes del Servicio Social Constitucional, quienes formaron parte fundamental para la ejecución y desarrollo de este proyecto, y también a Armando Gaitán Sánchez, propietario de la Unidad de Producción, quien mostró disposición e interés en el manejo de los rumiantes: “Establecer convenios de colaboración con el sector productivo es una herramienta fundamental en el quehacer universitario académico y científico”, concluyó.

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