*Saúl Núñez impartió videoconferencia sobre el tema en la UdeC, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama
Organizada por el Voluntariado de la Universidad de Colima en el marco del Día Mundial la Lucha contra el Cáncer de Mama, en días pasados se impartió la conferencia: “Prevención y detección temprana del cáncer de mama”, a cargo del cirujano oncólogo Saúl Núñez del Toro. Esta charla se realizó a través de una plataforma virtual y contó con la participación de cerca de cincuenta personas.
Para dar la bienvenida, la presidenta del Voluntariado, Blanca Liliana Díaz Vázquez agradeció a la comunidad universitaria que se conectara a la videoconferencia, así como al ponente por su disposición para compartir su conocimiento.
En su conferencia, Saúl Núñez destacó que desde el punto de vista médico, “el cáncer es el crecimiento acelerado de células en un órgano específico, de manera no controlada y con el riesgo potencial de afectación a otros tejidos, de manera adyacente o a distancia, a través de la invasión directa, de conductos linfáticos o vasos sanguíneos”.
“El de mama, según datos de la Organización Mundial de la Salud, es un tipo de cáncer que registró mayor número de casos en mujeres a nivel mundial para el 2020, con dos millones 261 mil nuevas pacientes, mientras que el mismo año registró el mayor número de muertes, con 684 mil 996 decesos”, detalló.
El médico adscrito al hospital de tercer nivel de Gineco-obstetricia del IMSS en la Ciudad de México, señaló que en el caso de nuestro país también es el principal tipo de cáncer en mujeres, pues en el 2020 y según datos del INEGI, se reportaron 7 mil 780 muertes por enfermedad; “la mayor tasa de mortalidad se da en personas de entre los 50 y 80 años y, según estas mismas cifras, se presentaron 21 decesos por día a causa del cáncer de mama durante el 2020”.
Entre los factores de riesgos más comunes para padecer este tipo de enfermedad, continuó, se encuentran los antecedentes familiares; el que la mujer haya presentado la menarca antes de los 12 años, uso de anticonceptivos hormonales por más de cinco años, tener el primer hijo después de los 30 años o no haber tenido hijos, tener la última menstruación después de los 52 años y tomar hormonas para la menopausia.
“Otros factores que pueden influir en la aparición de la enfermedad están ligados a los estilos de vida: obesidad, sedentarismo, consumo de alcohol, tabaquismo, alimentación rica en carbohidratos y baja en fibra, además de una dieta rica en grasas, tanto animales como ácidos grasos trans”, precisó.
Para evitar lo más posible esta enfermedad recomendó la lactancia materna por parte de la mujer en un periodo mayor a los seis meses, tener a su primer hijo entre los 18 y 30 años, así como realizar ejercicio de manera regular.
El especialista también explicó las etapas de desarrollo del cáncer. La primera etapa, la cero, se da cuando las células anormales están presentes, pero no se han diseminado al tejido adyacente. La etapa Uno o temprana es cuando el tumor se ha propagado a otros tejidos en un área pequeña, mientras que la 2 es cuando el tumor está localizado y mide entre 20 y 50 milímetros, algunos ganglios linfáticos están afectados o el tumor mide más de 50 milímetros, pero ningunos de los ganglios linfáticos están afectados.
“La etapa tres corresponde a la propagación regional; el tumor mide más de 50 milímetros y hay ganglios linfáticos afectados en una región más amplia. En algunos casos, no hay tumor presente y el cáncer puede haberse propagado a la piel o a la pared torácica. La etapa cuatro es cuando el cáncer se ha propagado más allá del seno a otras partes del cuerpo”, expuso.
Para prevenirlo, el médico insistió en la importancia de la autoexploración, porque ésta aumenta la oportunidad de que la mujer encuentre alguna anormalidad, como masas o secreciones; de esta manera puede conocer las características de sus mamas para la detección oportuna de alguna patología incipiente: “Se recomienda empezar a realizar la autoexploración a partir de los 18 años, al menos una vez al mes y el mismo día, entre el séptimo y décimo día del periodo menstrual”, comentó.
En cuanto al examen clínico mamario, Núñez del Toro informó que se recomienda realizarlo a partir de los 25 años y en pacientes en los cuales se tienen antecedentes de alteración mutacional como los genes BRCA1 y BRCA2, o con familiares en primer grado que lo hubiesen tenido antes de los 40. Es importante realizarse estudios, dijo, desde los 18 a máximo 21 años de edad: “Las mujeres entre 25 y 39 años deben realizarse exámenes entre uno y cada tres años y, en mayores de 40, anualmente. Es importante recalcar que, además de realizarse estudios de imagen como la mamografía, éstos deben completarse con la exploración clínica”, enfatizó.
Por último, destacó que la principal ventaja de los estudios y exploraciones con una frecuencia regular es la tranquilidad de obtener resultados normales y, en caso de una detección anormal, iniciar un protocolo de estudios a tiempo, así como poder tomar mejores decisiones en el tratamiento; “además, la paciente podrá exponerse a menos tratamientos oncológicos agresivos, podrá preservar la mama y tendrá menos secuelas y complicaciones por la cirugía”.