Ada Aurora Sánchez hizo un repaso de finales del siglo XIX, primera mitad del XX y aterrizó en autores contemporáneos.
Como parte del segundo seminario interinstitucional de literaturas regionales (Baja California Sur, Colima, Jalisco y Sinaloa) Ada Aurora Sánchez Peña, directora de la Facultad de Letras y Comunicación (FALCOM), impartió la conferencia: “Parota de Sal, la poesía colimense contemporánea”, con el propósito de hacer una revisión de los cauces de la poesía colimense contemporánea a partir de las y los autores nacidos entre las décadas de los sesenta y ochenta.
El nombre de esta conferencia, dijo Ada Aurora Sánchez, alude a la colección de poesía Parota de Sal, que fundó el poeta Víctor Manuel Cárdenas en 2012: “La parota de sal funciona bien como imagen, como un referente simbólico por varias razones; la primera, porque la parota es un árbol de la región y segundo, porque la sal es un elemento importante en la configuración de nuestra geografía costera”.
En este sentido, destacó el trabajo de poetas como Agustín Santa Cruz, José G. Alcaraz y Griselda Álvarez, en función de que los dos primeros sobresalieron por su ejercicio de la literatura a través del periodismo, su activismo en diversas áreas, su cultura humanística y por una literatura que rompió esquemas de la época: “Vemos su influencia porque los escritores que les conocieron siguieron haciendo referencia a ellos”, dijo.
Mientras, apuntó que la influencia de Griselda Álvarez ha sido más cercana en las últimas décadas.
Al hablar de antologías colimenses, mencionó las siguientes cuatro: “Antología poética colimense”, de Rigoberto López Rivera (1965), con escritores de finales del siglo diecinueve colimense; “Del volcán a la mar”, de Rubén Pérez, Esaú Hernández y Víctor Uribe (2014); “Poesía del Festival Internacional de Poesía 2017”, de Dante Medina y Sandra Ruiz (2017) y “Veintidós poetas de Colima. Parota de sal”, de Ada Aurora Sánchez (2019), que tuvo como propósito recuperar una selección de textos de los veintidós autores que hasta dicha fecha habían publicado en la colección homónima.
De los 50 nombró a Guillermina Cuevas “como figura emblemática que fincó su territorio como escritora”, así como a Víctor Manuel Cárdenas y Efrén Rodríguez; de los 60 citó a Gloria Vergara como estudiosa de la poesía mexicana y regional, así como a Verónica Zamora y César Anguiano Silva.
Sobre los 70, dijo que ha sido la más nutrida, con diferentes tipos de voces como Sergio Briceño, Avelino Gómez, Rogelio Guedea, Nadia Contreras, Ihován Pineda, Zeydel Bernal y Jesús Adín Valencia. De los 80, época de la virtualidad, mencionó a Cristóbal Barreto Heredia, Jetzabeth Fonseca, Carlos Ramírez Vuelvas, Gabriel Govea, Guillermo Clemente, Krishna Naranjo, Óscar Robles y Armando Martínez, entre otros.
Asimismo, expuso que la antología en la que participó “es una de las más completas en razón de que tiene un estudio introductorio y biografías de los escritores, esto es bueno porque nuestros escritores normalmente son citados o referenciados, pero en ocasiones difieren las fechas de nacimiento y datos importantes”.
Para concluir, dijo que la antología de la colección Parota de Sal se compone de poemas seleccionados que parten de dos miradas, de los autores y de la propia Sánchez Peña como antologadora.