*Nina Alejandra Martínez estudia la división del tiempo de la comunidad indígena Pai pai, asentada en el noroeste de México, y dio una conferencia sobre este tema en la Universidad de Colima.
La experta en Ciencias y Humanidades para el Desarrollo Interdisciplinario, Nina Alejandra Martínez Arellano, durante la presentación de los Avances de Seminario de Tesis del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad de Colima, habló sobre la forma en que la comunidad indígena Pai pai concibe el tiempo.
“La concepción del tiempo en la comunidad Pai pai no tiene horas, minutos, estaciones, semanas ni meses. Su día se divide en momentos según la iluminación: sin sombra (mediodía), cuando sale el sol (amanecer), cuando clarea (madrugada), el primer canto del gallo, después del mediodía, antes de que oscurezca y cuando se pone el sol, lo oscuro (media noche)”, describió la académica.
De igual forma, dijo, conciben cada mes, año, el presente y futuro. Sin embargo, afirmó que el control sobre el tiempo está determinado cada vez más por calendarios y ritmos impuestos debido a la necesidad de subsistencia de este grupo. Ella se dedicó a analizar las formas en que los Pai pai representan el tiempo y el cómputo del mismo, para comprender y configurar sólo una faceta de su identidad.
Martínez Arellano es profesora investigadora en la Universidad Autónoma de Baja California y en estos días realiza una estancia académica en el Centro Universitario de Investigaciones Sociales (CUIS). Cabe destacar que esta conferencia forma parte de sus trabajos de investigación y colaboración académica para dar a conocer su experiencia en la comunidad de los Pai pai.
Por lo anterior, eligió hacer visible y socializar las experiencias de una de las comunidades indígenas que menos visibilidad tienen a través de su investigación, la cual se titula “Tiempos Pai pai. Estudio etnográfico del tiempo en la comunidad Pai pai de Santa Catarina en el Noroeste de México”.
Dijo que fue sobrecogedora la experiencia al escuchar el silencio en Santa Catarina, y vincula esa característica con la concepción del tiempo que ellos tienen: “Allí no existen relojes, horarios, minutos ni horas”, destacó.
Cada mes, continuó, “ellos lo rigen por la luna (‘Jla’, en lengua Pai pai) y son cuatro momentos: luna llena, sin luna, luna que va apareciendo (parece una D), y luna que desaparece (se visualiza como una C). Las expresiones que usan para el pasado y futuro en Pai pai significan: ‘lo que quedó atrás’, y ‘las cosas que han de venir después’”.
No tienen estaciones del año, precisó: “Dividen los tiempos en ‘entrada de días calientes’, ‘entrada de días fríos’, ‘la aparición de jojoba’ y ‘la colecta del piñón’”.
En la época de calor, expuso que los Pai pai realizan las actividades remuneradas, interactúan en la comunidad y juegan al aire libre (béisbol y voleibol). No obstante, “en la temporada de frío, la pasan dentro de casa, hay menos trabajo, ven mucha televisión y comen más”.
Sobre su experiencia y estudios de campo, la investigadora social Nina Martínez Arellano dijo que “es hermosa, rescatable” y que los Pai pai tienen mucha sensibilidad en su cosmovisión, “pero los problemas de fondo todavía no se atienden”, añadió.
Los problemas prácticos y más urgentes de la comunidad Pai pai, expuso, “están alejados de esta investigación. Sus problemáticas más fuertes son de salud: el consumo excesivo de azúcar, harinas, grasas y alcohol. Muchos de los fallecimientos en el pasado fueron por cirrosis, accidentes y peleas en borracheras, y la diabetes también es un padecimiento existente”.
Por último, añadió que a pesar de que cuenta con apoyo federal, las condiciones económicas de la comunidad han generado que exista el robo: “Eso, para mí, pone en riesgo la existencia de esta comunidad”.