*Como parte de la Cátedra Colombia, la experta dictó la conferencia “Ley de víctimas: mujer y postconflicto”.
Como parte de las actividades de la Cátedra Colombia que organizan la Universidad de Colima y el Consulado de Colombia en Guadalajara, Ana Fernanda Marulanda Taborda, politóloga de ese país, dictó la conferencia “Ley de víctimas: mujer y postconflicto”, en el auditorio “Carlos de la Madrid” del campus central.
La Cátedra Colombia fue inaugurada el pasado 27 de febrero por el rector José Eduardo Hernández Nava y el Cónsul de Colombia en Guadalajara, Álvaro Ávila Arrieta, como parte de las cien actividades que integran el programa conmemorativo del año dual México-Colombia y los 50 años de construcción de la paz en Colombia.
La cátedra fue creada con el objetivo de ser un espacio universitario para discutir ideas, promover procesos de reflexión, aportar propuestas y compartir buenas prácticas en torno a los temas y experiencias que conduzcan a la construcción y reconstrucción de la paz en el marco de la responsabilidad social universitaria.
Ante alumnos, directivos y comunidad universitaria, la conferencista Ana Fernanda Marulanda ofreció una explicación del conflicto armado que vivió Colombia los últimos 50 años, enfocándose en las mujeres no sólo como víctimas del mismo, sino como actores de gran importancia en la construcción de paz; “cuando uno entiende que los conflictos armados no sólo destruyen a la sociedad, sino también proyectos de vida y familias, se da cuenta de que tiene también responsabilidad en ello”.
En el caso de Colombia, señaló la ponente, el conflicto ha sido el más largo de la historia, ya que data desde el año de 1964 hasta fechas recientes. Dicho conflicto se debió, entre otras muchas razones, a la falta de una reforma agraria que regulara la desigualdad que existe en la posesión de tierras para los campesinos, al narcotráfico y a la presencia débil del Estado.
Al hablar sobre las mujeres, Fernanda Marulanda destacó que en este conflicto “han sido invisibilizadas; sin embargo, son las que han aportado más al proceso de construcción de la paz, poniendo temas en la mesa que nadia había tocado y peleando por sus derechos”.
En este proceso de paz, continuó, hasta el año 2011 se aprobó la Ley de Víctimas, “siendo un primer paso hacia la paz, no la solución. En ella se reconoce a las víctimas, las afectaciones sociales y al territorio, por lo que el Estado debe garantizar una transformación interna para lograr la reconstrucción”, comentó.
Con esta nueva Ley, dijo, se tiene por primera vez un enfoque de género con el que se reconoce la participación y afectación que han tenido las mujeres en esta guerra, como el hecho de que se quedaron al frente de sus hogares para garantizar la economía familiar, luego de perder a sus maridos y a sus hijos y que se quedaron a proteger a los niños y ancianos, logrando además reconstruir sus comunas.
Agregó que una de las herramientas más importantes generadas por esta ley es el registro de víctimas y el Centro Nacional de Memoria Histórica.
Además, destacó la importancia de entender que la paz se puede construir a partir de todos: “Las mujeres, particularmente, se han empoderado y asegurado su espacio gracias a la participación activa en las mesas de negociación de este proceso de paz”.
Por último, dijo que la transformación del país no ha sido fácil, “pero en términos generales pensamos que podemos transitar en un nuevo escenario para generar nuevas lógicas y darles a las nuevas generaciones un país diferente”.
En su intervención, el cónsul de Colombia en Guadalajara, Álvaro Ávila dijo que en 2011, ese país estableció el 9 de abril como el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las víctimas del conflicto armado en Colombia. “Es una fecha para tomar conciencia de ese conflicto que duró más de 50 años”.
Priscilia Álvarez Gutiérrez, delegada del campus Colima, acudió a la conferencia en representación del rector José Eduardo Hernández Nava. En su discurso, comentó que “los colombianos tiene mucho que compartir con nosotros por todo lo que han trabajado en la recuperación de la memoria histórica y sobre todo en las mejores formas, legales y sociales, de curar las heridas y volver a la normalidad”.
Dijo también que valdría la pena compartir todo lo visto y escuchado esa mañana durante la conferencia, y que lo ahí analizado no se quedara en el auditorio, sino que se comentara con los demás para así ir construyendo entre todos la paz que muchas personas en la sociedad anhelan.
Al final, la conferencista recibió un reconocimiento firmado por el rector Hernández Nava, que le entregaron Priscilia Álvarez y Álvaro Uribe.
Entre otros, estuvieron en la conferencia Alicia López de Hernández, presidenta del Voluntariado Universitario y directora general del CEDEFU; Alfredo Aranda, coordinador general de Investigación Científica y Genoveva Amador, directora general de Relaciones Internacionales y Cooperación Académica.