*En días pasados, Jorge Alberto Hidalgo Toledo impartió conferencia en la UdeC como parte de las actividades de la Semana Cultural de la Falcom.
Como parte de las actividades de la Semana Cultural de la Facultad de Letras y Comunicación (Falcom) de la Universidad de Colima, Jorge Alberto Hidalgo Toledo, quien coordina el posgrado en comunicación de la Universidad Anáhuac, en el Estado de México, y funge como vicepresidente de la AMIC, impartió la conferencia “Retos contemporáneos del Periodismo y la Comunicación”.
Antes de dar iniciar con su disertación, Jorge Hidalgo felicitó al plantel y a la UdeC, pues “para nosotros esta facultad siempre fue un referente. El trabajo que realizaron colocó muy alto el nombre de esta Casa de Estudios; han hecho un trabajo espectacular, digno de reconocer”.
Para adentrarse en el tema, el expositor describió en primer término un contexto académico desde los inicios de estas profesiones hasta el día de hoy, señalando que al principio sólo era necesario adquirir las competencias profesionales para desempeñarse en el ámbito laboral. Sin embargo, a lo largo de 60 años, “lo que se ha visto es una transformación hacia una consolidación de la identidad”, enfatizó.
Explicó que durante este tiempo, se dio un salto de la formación generalista al de las especializaciones, “teniendo en el panorama una diversidad enorme”.
El ponente comentó que hoy en día se cuenta con más de mil programas de Comunicación, y resaltó que en el Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de las Ciencias de la Comunicación (CONEICC) están inscritas 76 universidades, de las cuales sólo 28 cuentan con acreditación nacional, dos de ellas tienen acreditación en Latinoamérica y una, a nivel internacional.
“Este panorama nos permite ver cómo se modifican la enseñanza y las áreas de profesionalización a través de la incursión de las Tecnologías de Información y esta nueva geopolítica de información, y darnos cuenta del paso de ser una licenciatura ligera a la profundidad de esta disciplina, que está inmersa prácticamente en todas las demás”, agregó.
La comunicación, comentó, se ha vuelto tan importante hoy en día que, en términos institucionales, “se ha convertido en el corazón neurálgico y estratégico de muchas instituciones”.
Al ampliar un poco más el contexto nacional, Jorge Hidalgo resaltó que son poco más de 65 mil alumnos los que cursan alguno de los mil seis programas de comunicación, “de los cuales sólo se graduarán un aproximado de once mil”.
Otro de los avances que mencionó en el ámbito de la Comunicación es “la feminización de la disciplina”, ya que anteriormente las mujeres estudiaban la carrera “mientras me caso”, pero hoy, más del 60 por ciento de los que estudian esas carreras son mujeres, “lo cual es una gran avance en términos sociales; sin embrago, aún hay muchas desigualdades en el campo laboral. Es un trabajo que debemos seguir emprendiendo; no podemos dejar de lado esta gran brecha del temas de género”, señaló.
Sobre los retos a los que se enfrentarán los alumnos en el campo laboral, Jorge Hidalgo dijo que el profesionista debe tener competencias como el dominio de idiomas, el dominio tecnológico y además saber coordinar y gestionar áreas de informática, telefonía móvil, biotecnología, realidad virtual, multimedia, inteligencia artificial, humanidades digitales, ciberseguridad, entre otras: “El gran tema es si estamos realmente preparados para este desafío, esto es, ¿tenemos la formación?”, interrogó.
Asimismo, mencionó que uno de los problemas a los que se enfrentan las universidades y quienes se encargan del diseño curricular, es que tardan de cinco a seis años para preparar un nuevo plan de estudios, implementarlo y esperar a que salga una primera generación.
Para cuando ustedes egresen, “seguramente mucho de lo que nosotros les dimos de formación no tendrá nada que ver con la realidad laboral, no por una falla de diseño; lo que pasa es que la realidad ha cambiado en los últimos años de una manera impresionante”, explicó.
Al hablar sobre la transformación digital de las instituciones educativas, mencionó que las universidades no deben darle tanto peso a lo tecnológico, ya que la preocupación de la transformación digital debe estar centrada en la persona, es decir: “¿cómo entender al sujeto y las necesidades de la sociedad del siglo XXI?”, cuestionó.
“Si enseñamos a los alumnos a comprender su nueva realidad y los sensibilizamos en las distintas problemáticas sociales, de ellos surgirá cómo cambiar su realidad. Nosotros como universidades no formamos profesionistas: formamos agentes de transformación social”, culminó.