“Cuando discriminan a alguien puede sentirse contento porque está siendo visible”: A. Fuentes

 

 

*La experta habló de inclusión de género durante la Reunión semestral de la Red Nacional de Escuelas y Facultades de Filosofía, Letras y Humanidades realizada en la UdeC.

 

Como parte de las actividades de la Reunión semestral de la Red Nacional de Escuelas y Facultades de Filosofía, Letras y Humanidades, realizada en la Universidad de Colima, se impartió la conferencia “Camino a la transformación social: inclusión de género en las Humanidades”, a cargo de la investigadora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Adriana Fuentes Ponce.

 

Fuentes Ponce dijo que actualmente se tienen normas, normativas o leyes para la no discriminación, “y aunque se sabe que no podemos discriminar, que debería haber una vida libre de violencia hacia las mujeres, todos los días se publican notas sobre feminicidios, y lo que se dice en estos casos es que, bueno, ellas eran prostitutas, estaban en la periferia o eran migrantes, y así normalizamos esos casos”.

 

Comentó que existe una violencia en el país de ciertas características corporales, de ciertas marcas, “y una de ellas es el género; además, hay una justificación a la desigualdad. De pronto decimos: ‘es porque no estudió”, ‘porque era pobre”. Esto es algo que contrasta con la normatividad, que ocurre en la vida cotidiana y sin embargo lo seguimos teniendo en los discursos”.

 

Dio otro ejemplo del contraste con la normativa, al recordar que desde hace muchos años se estableció por ley no sustituir más el apellido materno de las mujeres, al momento de casarse, por el apellido paterno del marido. Pese a ello, dijo, muchas mujeres se siguen poniendo la preposición “de”.

 

Habló también de la interseccionalidad, que nombra la discriminación no sólo por ser mujer, sino también por ser negra, lesbiana y/o discapacitada. “No se habla nada más de un problema sino que se problematiza el problema; se tiene una circunstancia de desigual porque lo que se ha hecho deja de lado a muchas personas, pero además, las que están aparentemente dentro deberían cuestionarse esa parte”.

 

Dio un repaso histórico en el que las mujeres, aunque apoyaban los movimiento de las sociedades en contra de la injusticia y la discriminación, no existían. Por eso comentó la importancia de la visibilización, de tener claro quiénes son y no a quiénes se les unirán o a quiénes no se puede discriminar porque ni siquiera existen; “cuando discriminan a alguien puede sentirse contento porque está siendo visible, pues algunos ni siquiera logran estar en el imaginario, ni siquiera logran ser discriminados, y eso pasaba con las mujeres, ni siquiera lograban ser discriminadas porque no eran humanas. Eso pasó también con las lesbianas y sigue pasando en muchas partes del mundo”.

 

Resumió que, actualmente, hay tres grandes movimientos: el feminista, el lésbico homosexual y la vida independiente, referido este último a personas con discapacidad, “y así es como se van visibilizando todos los sujetos existentes en el mundo”.

 

En este sentido, habló de la importancia de la interculturalidad, que es comprender que hay muchas cosmovisiones, muchos grupos étnicos, muchos grupos raciales, que se pueden sentar juntos, pueden dialogar, que pueden estar unos con los otros, “a eso le llamo inclusión. Por eso cuando se piensa en hacer un modelo educativo que sea incluyente, no resulta tan fácil porque lo que está detrás de lo que está normado, resulta que no lo hemos terminado de entender”.

 

Por último, compartió que lo que no se ha podido mover en la sociedad es lo que se suponía más fácil de cambiar: “la mentalidad, las creencias, la forma como nos hemos ido subjetivando. ¿Por qué no se ha hecho? Porque resulta que incluso en las universidades, cuando se habla de inclusión de género se habla de números y se apegan a lo más fácil, a decir que tienen, por ejemplo, ocho maestros y ocho maestras”.

 

Se piensa, agregó, “que al buscar a un gay y a un discapacitado para que ocupen un puesto, ya se es incluyente, Creo que todas las cosas las podríamos ir revisando de manera distinta para estar convencidas, y no se puede estar convencida si no se entiende de lo que se está hablando, si no me doy cuenta que tengo una interdependencia con el otro, si no entiendo que el cambio que se ha propuesto desde hace más de 50 años nos incluye a todos”.

 

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