La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue destituida por el Senado este miércoles y el mando lo asumirá de forma definitiva su ex vicepresidente y rival, Michel Temer.
El Senado aprobó la destitución de Rousseff con 61 votos a favor y 20 en contra.
La decisión supone el fin de un trámite que comenzó en diciembre pasado en el Parlamento y fue supervisado en cada uno de sus pasos por la Corte Suprema, como garante constitucional de un juicio que Rousseff, condenada por graves irregularidades fiscales, califica de “golpe”.