*Angélica Robayo Avendaño, de la Universidad de Santiago de Cali, Colombia, dictó conferencia como parte del VIII Congreso Nacional de Investigación en Cambio Climático que realiza la UdeC.
“Aunque los organismos genéticamente modificados aparecieron hace 20 años, no se había considerado la percepción del consumidor; tampoco hay datos sobre su toxicidad ni de efectos a largo plazo en seres humanos. Hace poco el CONACyT realizó un estudio de percepción y encontró desconocimiento y errores de información en consumidores”.
Lo anterior fue dado a conocer por la doctora en Ciencias Ambientales y catedrática en la Universidad de Santiago de Chile, Angélica Robayo Avendaño, durante el VIII Congreso Nacional de Investigación en Cambio Climático que realiza la Universidad de Colima.
Invitada para compartir con estudiantes de Nutrición, Ciencias Ambientales y Trabajo Social, Robayo Avendaño dictó la conferencia “Organismos Genéticamente Modificados (OGM): Seguridad alimentaria, cambio climático y percepción del consumidor”.
Angélica Robayo compartió que la aceptación o rechazo de emplear organismos genéticamente modificados se hace principalmente bajo dos visiones. La primera se rige por el principio precautorio, el cual argumenta que si se desconoce el efecto que ocasionará dicho alimento no se debe consumir, simplemente seguirlo desarrollando.
El segundo enfoque trata de la “equivalencia sustancial, que afirma que un alimento con características similares al original, no idéntico en composición, la FAO le atribuye la equivalencia sustancial. Esto significa que el alimento natural puede representar el mismo riesgo o mayor que el genéticamente modificado”.
Ante la polémica en torno a los OGM, como consumidora, la experta se pronunció por el derecho de elegir qué tipo de productos queremos consumir y que su etiquetado permita ejercerlo de manera informada.
Al finalizar su exposición, los asistentes plantearon sus preguntas y puntos de vista. Una cuestión abordó el tema del café en Colombia, donde ella reside, y si es un producto genéticamente modificado.
La experta dijo que este producto es vital para los colombianos y no ha sido modificado debido a que existen bastantes zonas para producirlo y se cultiva mucho: “Podemos exportar a todo el mundo sin necesidad de mejorarlo”, enfatizó.
De igual manera, se cuestionó el argumento de crear los OGM para erradicar la pobreza alimentaria en países africanos, que son el referente; sin embargo, precisó que en éstos ni se produce ni comercializan dichos organismos, sólo en países desarrollados.