Por Teodoro Rentería Arróyave
Hoy es el día de los Teodoros, por ello envío mi felicitación muy sentida a mi hijo colega, Teodoro Raúl Rentería Villa.
No cabe la menor duda que el presidente, Donald Trump, se desquició después de la derrota en las elecciones de medio mandato y a pesar de que en un acto circense de magia la quiera convertir en “en una victoria histórica”, pero francamente inexistente, prueba de ellos son cuando menos tres decisiones que lo comprueban.
Primero: le declara prácticamente la guerra a la Cámara de Representantes, porque ahora como resultado de los recientes comicios, los demócratas son mayoría y por tanto el liderazgo es de ellos, después de ocho años, como ya lo señalamos, de ser reducto de los republicanos.
Segundo: Destituye al fiscal general de la nación, Jeff Sessions, por su clara participación en “ la trama rusa”, consistente en la señalada y denunciada intervención de esa nación euroasiática en las elecciones presidenciales por las que el magnate se hizo del poder a costa de la demócrata Hillary Clinton. Y
Tercero: Molesto hasta la esquizofrenia por preguntas que consideró impertinentes, a gritos, corrió y retiro su acreditación al periodista de CNN, Jim Acosta.
Un día después de las elecciones de mitad de mandato, informan los medios internacionales, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destituyó al fiscal general, Jeff Sessions. El ahora ex funcionario dio la noticia en que no deja duda alguna de cómo ocurrieron las cosas. En una carta señaló que renunciaba al cargo a petición de Trump. Desde luego no dijo que está en la mira por sus conversaciones con un embajador ruso
Por unas preguntas al magnate, que está acostumbrado o pretende tener una prensa a modo, en una rueda de prensa en la Casa Blanca y que le parecieron incomodas, a gritos increpó al reportero de la CNN, Jim Acosta: “Deja el micrófono… Te diré una cosa, la CNN debería estar avergonzada de sí misma por tenerte a ti trabajando para ellos. Eres un maleducado, una persona terrible”. Posteriormente la Casa Blanca vetó al periodista al que Trump llamó “enemigo del pueblo”.
Por último por ahora, porque no sabemos que venga, Trump declaró la guerra a los demócratas. Ante la idea generalizada de que el presidente-magnate puede ser sujeto de investigaciones por varios motivos, entre ellos el evadir impuestos y la mencionada “trama Rusa”, fuera de sí, amenazó: “si me investigan habrá guerra”.
En efecto, con la hegemonía política republicana en Washington fracturada después de las elecciones intermedias, Donald esta desquiciado, a entrado en la paranoia. Muy grave para su país y para el mundo.