+Uno de cada dos pacientes con la enfermedad crónica padecen el trastorno mental
La diabetes y la depresión están íntimamente relacionadas, ya que la enfermedad es crónica y afecta de manera directa la salud mental, pudiendo desencadenar en depresión, lo que representa un serio riesgo para la sociedad debido al incremento de pacientes, los cuales en el mundo ya suman 300 millones de personas que tienen este padecimiento crónico.
Al respecto, la Secretaría de Salud y Bienestar Social de Gobierno del Estado reporta que la depresión está presente en uno de cada cuatro adultos mayores y, se calcula que en uno de cada dos pacientes con diabetes padecen depresión.
De la misma forma, si una persona sana se deprime o entra a un estado de depresión, se estima que hay un incremento de riesgo de hasta 60% de personas que podrían desarrollar diabetes, de ahí la importancia de detectar a personas con el trastorno para evitar dar el paso hacia la enfermedad.
El pabellón psiquiátrico del Hospital General Ixtlahuacán añadió que dicha situación se debe a que ambas enfermedades se asocian con factores de estrés, de ahí que el aumento de este desgaste o sobre-trabajo en el organismo que va deteriorando ciertas funciones, entre ellas las cerebrales que desarrollan la depresión.
En este sentido, personal del Departamento de la Atención del Adulto y del Anciano explica que la diabetes es una enfermedad que implica tiempo y atención, de ahí que los cambios en la alimentación, la necesidad de realizar actividad física, la medicación diaria y el monitoreo constante de la glucosa pueden ser factores estresantes a largo plazo, lo que puede generar sentimientos de ansiedad o depresión.
Ambas áreas de la Secretaría de Salud señalaron que se ha demostrado que las personas con diabetes que presentan depresión mantienen niveles inadecuados de glucosa en sangre, se adhieren en menor medida al tratamiento, tienen menor calidad de vida y mayor riesgo de presentar complicaciones propias del padecimiento.
Cabe mencionar que la depresión y la ansiedad son trastornos mentales que tienen una alta prevalencia en los pacientes con diabetes y pueden tener repercusiones graves que influyen en la calidad de vida y control de la diabetes, por lo que una evaluación psicológica anual y apoyo constante en el cuidado de la diabetes son aspectos importantes para quienes sufren estos padecimientos.